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El Compromiso Metropolitano 2030 activa alianzas con el mundo rural

El PEMB junto con otras organizaciones abre un nuevo campo de acción sobre los vínculos rurales-urbanos en la estrategia 2030, una novedad respecto a los planes estratégicos metropolitanos anteriores
Foto del Parc Agrari

Las interrelaciones entre el mundo urbano y el mundo rural han ocupado parte de la actividad de la oficina de coordinación del PEMB en las últimas semanas. Como se recoge en el Compromiso Metropolitano 2030, es necesario reconocer y analizar estas interrelaciones y desarrollar medidas, en el marco de un pacto urbano-rural, que contribuyan a compensar las cargas y beneficios que se derivan para los diferentes territorios en ámbitos como el agua, la alimentación, la energía o incluso la población y el talento.

En este último ámbito, el factor residencial es clave. Por eso, el PEMB junto con la Asociación de Iniciativas Rurales de Cataluña (ARCA) y la Fundación para la Transparencia y el Buen Gobierno Local de la Asociación Catalana de Municipios (ACM) han establecido una colaboración para estudiar las condiciones en materia de vivienda en las que la población de la región metropolitana de Barcelona estaría dispuesta a desplazar su residencia al mundo rural.

Así, las 3 instituciones han encargado un estudio en el Instituto de Estudios Regionales y Metropolitanos de Barcelona (IERMB) de una explotación específica de los resultados de la Encuesta de Cohesión Urbana, dados a conocer recientemente, y que es la única fuente estadística que permite conocer los motivos de los cambios de vivienda, las razones por las que se ha escogido el lugar de residencia, las expectativas sobre cambiar de vivienda en los próximos años o el lugar donde le gustaría vivir en la población, por ejemplo.

Las preguntas que orientarán este estudio son: ¿Hasta qué punto resulta atractivo para la población urbana vivir en entornos rurales? ¿Cuáles son las diferencias entre las estructuras de oportunidad que ofrece un entorno urbano y un entorno rural? La pandemia de la Covid-19 abrió un cierto debate entre la población urbana sobre la necesidad de cambiar de ámbito residencial, pero se ha producido algún cambio de patrón respecto a los cambios residenciales que se han producido últimamente en la región metropolitana de Barcelona. 

Los trabajos de análisis han comenzado a lo largo del mes de abril, y se espera contar con los resultados a finales de verano.

Asimismo, el coordinador general del PEMB, Oriol Estela Barnet, participó en la reunión de la Comisión Motora de la Agenda Rural de Cataluña celebrada en Cervera el pasado 24 de abril, tercera sesión de trabajo del año que tenía por objetivo realizar el seguimiento del despliegue de la Agenda Rural de Cataluña y trabajar propuestas de mejora organizativa interna que hagan más eficiente la labor de la Comisión.

Una de las decisiones tomadas fue la creación de dos comisiones de trabajo para tratar temas de actualidad que aparecen en la Agenda Rural y que son clave para el desarrollo rural. Por un lado, la creación de una comisión de trabajo sobre la cuestión del agua por la situación de excepcionalidad de la sequía en Cataluña. Una de las primeras tareas de esta comisión será analizar las propuestas en torno a la gestión del agua que contiene la Agenda Rural y movilizar a las entidades implicadas para su impulso. Desde el punto de vista del PEMB, éste sería un primer test para empezar a vislumbrar lo que podría ser el pacto urbano-rural, en este caso en su apartado dedicado al agua.

Por otra parte, se creó también la comisión de rural proofing. El rural proofing o mecanismo rural de garantía es un compromiso que adquieren los gobiernos para revisar y examinar todas las políticas públicas para intentar asegurar que no perjudican a las áreas rurales. Teniendo en cuenta que el 15% de las acciones de la Agenda Rural de Cataluña tienen que ver con aspectos legislativos y normativos, se considera primordial tener una comisión de trabajo que haga el seguimiento de los cambios normativos que se vayan produciendo y proponga una metodología de seguimiento de los mismos, que a la vez servirá para realizar seguimiento de las acciones de la Agenda Rural relacionadas. El Compromiso Metropolitano 2030 recoge, en este sentido, una medida que plantea la aplicación del rural proofing en planes y proyectos del Área Metropolitana de Barcelona.

Así pues, el PEMB ha empezado a activar, siempre en colaboración con instituciones y organizaciones que son las más directamente implicadas en los retos a abordar, como es en este caso los vínculos urbano-rurales, un nuevo campo de acción en el que el Compromiso Metropolitano 2030 supone una novedad respecto a los planes estratégicos metropolitanos anteriores.