Fotolineres laborals metropolitanes

La transición energética es un proceso clave y que debe darse de manera progresiva y democrática para reducir las emisiones de GEI y, por tanto, mitigar los efectos del cambio climático. En este sentido, es necesario avanzar hacia la sustitución de la energía de origen fósil por energía local y renovable, la disminución del consumo, el aumento de la eficiencia y la autoproducción.

El transporte de personas y mercancías es una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero y otros contaminantes de las ciudades. Es imprescindible, por tanto, impulsar un cambio en el actual modelo de movilidad —que tiene una fuerte dependencia de los combustibles fósiles— hacia la ecomovilidad, acompañado de un uso más racional de las grandes infraestructuras.

En la región metropolitana de Barcelona se concentran la mayor cantidad de desplazamientos de Cataluña y las infraestructuras más complejas (como el aeropuerto, el puerto, las vías ferroviarias, etc.). Por eso es necesario impulsar una red de infraestructuras que articule el territorio y que garantice y fomente la movilidad activa, acompañada de servicios eficientes que respondan a las necesidades ambientales, sociales y económicas de la metrópolis.

El mundo está cambiando hacia una realidad más digital y sostenible, y la movilidad debe ir por ese camino. La industria de la movilidad debe sumarse a los cambios en los patrones de consumo y reconvertirse para asegurar desplazamientos más sostenibles, inteligentes y eficientes.