Binomios mercados-campesinado: más proximidad y producto de temporada para avanzar hacia una alimentación saludable y sostenible
Los mercados de Sant Antoni, Sants, la Mercè y la Llibertat acogieron la semana pasada una nueva edición de los binomios mercados-pagesia, una iniciativa impulsada por el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (DARPA) de la Generalidad de Cataluña, del Ayuntamiento de Barcelona, el Instituto Municipal de Mercados (IMMB) y por el Plan Estratégico Metropolitano de Barcelona (PEMB) en el marco de la Oficina Conjunta de la Alimentación Sostenible (OCAS). El objetivo de los encuentros es facilitar un espacio de relación directa entre productores y paradistas para reforzar la presencia de productos de proximidad en los mercados municipales, fortalecer los circuitos cortos de comercialización y el vínculo urbano-rural, una línea central de la Misión de Alimentación Saludable del Compromiso Metropolitano 2030.
A lo largo de las visitas, quedó patente que tanto productores como comerciantes comparten la voluntad de ofrecer alimentos más frescos, más sostenibles y de proximidad. Los paradistas señalan que los clientes, cada vez más, quieren conocer el origen de lo que compran. "Nuestra clientela nos exige saber la procedencia de los productos y la manera de producir", explicaba Tino Mora, del Mercado de la Libertad, mientras que Marina Giró, de la Frutería Giró del Mercado de Sant Antoni, destacaba que "hace mucho gozo cuando viene el payés a llevar el ropero a medio día", un gesto que simboliza la proximidad real entre el campo y el mercado. También Susanna, de Fruiteries Gil, insistía en que la frescura es un valor insustituible: "Una cosa cosechada y comida sin que haya pasado por días de cámara no se puede comparar con nada".
Desde el mundo productor se suma la importancia de la calidad y del impacto ambiental. "El producto de proximidad es calidad, contiene menos huella de carbono y más sostenibilidad", afirmaba Pablo Agustín García, productor de cítricos del Baix Ebre, que también ponía sobre la mesa las dificultades logísticas que tienen los pequeños productores para llegar regularmente al área metropolitana y combinar su trabajo de campo. Josep Maria González, productor de la Ribera d'Ebre, remarcaba la ventaja mutua del trato directo: "Puedes comprar más fresco y mejor de precio, y nos interesa el tú a tú con el paradista". En la misma línea, Nati Gaudí, productora de Aldover, recordaba que "proximidad es arraigar familias en el territorio y dar valor al trabajo del campesino", un elemento clave para mantener vivo el mundo rural.
Los encuentros también permiten generar un diálogo necesario sobre retos compartidos, como la competencia de productos de importación que llegan a los mercados sin cumplir los mismos estándares, o la necesidad de abrir nuevos canales de distribución para que los pequeños productores puedan acceder de manera estable al mercado urbano. "Es una buena iniciativa porque venir cualquier día a hablar con los paradistas es muy difícil y más frío y esta iniciativa nos permite acercarnos a ellos sabiendo que hay un interés", explicaba García, que valoraba positivamente poder conversar con los paradistas en un marco pensado para el contacto mutuo.
En conjunto, los binomios mercados-campesinado contribuyen a reforzar un sistema alimentario metropolitano más justo, saludable y sostenible, alineado con el Compromiso Metropolitano 2030. Fortalecen la relación entre quien produce y quien vende, facilitan que el producto del territorio llegue a la ciudadanía y dan forma a un modelo alimentario que pone en el centro la transparencia, la calidad y el bienestar de las personas y del territorio.