La RMB, capital global del humanismo tecnológico
Metrópoli Inteligente
- Antoni Gutiérrez-Rubí
- 04-05-2022
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El humanismo tecnológico representa la apuesta por un avance de las tecnologías y la innovación que se comprenda desde la centralidad del humanismo y las necesidades de las personas. En esta pieza, introduzco este concepto aplicado a las ciudades que, en nuestros tiempos, representan a los mayores laboratorios de innovación ciudadana. La centralidad que está adquiriendo el espacio digital, acelerada tras el estallido de la pandemia, pide una mayor reflexión sobre la conciencia de los riesgos de seguridad que conlleva esta nueva esfera, que a su vez reclama más pedagogía para la conformación de una nueva ciudadanía digital que mantenga los principios del humanismo tecnológico.
Creo firmemente que la ciudad metropolitana de Barcelona tiene el potencial necesario para liderar el debate sobre el humanismo tecnológico. Su entramado geográfico, el trabajo realizado en los últimos años, el ecosistema emprendedor y su vocación de ciudad metropolitana son las principales razones que destaco. Para ello, en el artículo propongo tres misiones: colaboración, alianzas y fortalecimiento. Necesitamos una autorregulación de la ciudadanía, tanto a nivel individual como corporativo; necesitamos una alianza ciudadana-corporativa, público-privada entre gobiernos (locales, regionales, estatales y supranacionales) y las grandes fuerzas de pensamiento y representación políticas, con las corporaciones globales; y, por último, necesitamos avanzar en el fortalecimiento normativo global, en una nueva gobernanza del ecosistema digital global.
La capacidad de Barcelona para liderar el debate sobre humanismo tecnológico en clave metropolitana
Las ciudades llevan siendo desde hace unos años los nuevos laboratorios de innovación. Y las áreas metropolitanas generan un efecto multiplicador en las capacidades de las ciudades. Más allá de la propuesta de lassmart cities, la realidad natural de las ciudades como espacios de gran concentración de población, ideas, empresas e instituciones, con normas más flexibles que en otros niveles de organización, con un contacto más participativo y cercano a la ciudadanía se presentan como escenarios perfectos para el inicio de una revolución estructural e infraestructural como piden los avances tecnológicos. Ciudades como Songdo, Toronto, Amsterdam o Tampere ya han mostrado las viabilidades de las ciudades como espacios donde la tecnología puede experimentar su disposición a las necesidades humanas, pero debemos dar un paso más adelante.
La Barcelona metropolitana debe impulsar este debate como capitalidad global del humanismo tecnológico. El área metropolitana barcelonesa presenta unos atributos únicos y singulares que permiten posicionar a la metrópoli como un centro de innovación, de intercambio y de debate entre ideas y propuestas de todos los sectores. El Humanismo Tecnológico como propuesta transversal para la ciudad es una oportunidad para la ciudad condal que no podemos dejar perder. A continuación, expondrélos principales atributos que hacen en Barcelona la metrópoli idónea para convertirse en capital global del humanismo tecnológico.
Entremado geográfico de la región metropolitana
Como capital del Mediterráneo y cerca de los Pirineos, la situación geográfica de la región metropolitana barcelonesa se encuentra en un punto de intersección entre Europa y África, entre el mar y la montaña, entre la ciudad y el campo.Una metrópoli cerca de todo y cercana a todo el mundo. En palabras de Josep Vicent Boira,Barcelona, en la región euromediterránea, forma parte de una región urbana dinámica y entrelazada, bien conectada, más sostenible y al servicio de las personas.
El Puerto de Barcelona, la Zona Franca, el Aeropuerto del Prat, el Mobile World Congress, la Feria de Barcelona, la confluencia de espacios con la Via Laietana y su enorme potencial (con los edificios de Correos, CCOO, UGT . ..), la Estación de Francia y la liberación de la vía férrea, así como el futuro parque científico de la Ciutadella y la UPF, los edificios del Pier 01 y 03, el distrito 22@, el campus de la UPC o la zona de las Tres Chimeneas son algunos de los puntos pioneros e innovadores de la ciudad, que pueden acompañar a esta vocación hacia la transformación del humanismo digital de la metrópoli. Pero lo que también debemos entender es que la Colonia Güell de Santa Coloma de Cervelló, el Aeropuerto del Prat, el Tecnocampus de Mataró, el Parque Tecnológico del Vallés, el Parque Agrario del Baix Llobregat, La Maquinista o la Zona Universitaria de Bellaterra deben ser comprendidos como fronteras de la Gran Barcelona Metropolitana.
Factores como éstos evidencian la fortaleza de un modelo urbano capaz de convertir la metrópoli en capital de la mediterraneidad digital y, desde esa fortaleza, aspirar a compartir el liderazgo global del humanismo tecnológico con otra red de ciudades del mundo. En este sentido,debemos creer y apostar por el establecimiento de una alianza metropolitana que siga, en términos territoriales, una lógica lineal, en red y menos centrípeta. El sentimiento de pertenencia e identificación que promueve una franja de naturaleza lineal contribuirá a reforzar el vínculo entre todos los municipios metropolitanos. En la medida en que eres línea y nodo, es más fácil que seas red. ¿Tenemos un posible relato? Sinceramente, creo que sí.
No empezamos de cero
Como señalaba el Anna Olsina, en The New Barcelona Post, «Catalunya ha sido siempre un país de emprendedores. A pesar de haber perdido peso político, sigue teniendo los centros operativos donde tiene lugar la innovación y el desarrollo».El espíritu comercial de la región, sumado a su gran red de centros de investigación pioneros de la región barcelonesa, hace del humanismo tecnológico, no sólo una estrategia puntual, sino un paraguas de pensamientoque engloba a todos estos actores y los posiciona en el debate sobre las cuestiones relacionadas con la tecnología, la ética y nuestra orientación hacia el bienestar y calidad de vida de la ciudadanía.
Existe un creciente interés por reconducir el impacto tecnológico y canalizar el desarrollo digital de modo que la metrópoli pueda convertirse en capital global de la mediterraneidad digital. Es una vocación desde la que es necesario traer eventos internacionales, promover las colaboraciones público-privadas y alinearnos en un objetivo común: aprovechar las potencialidades y los activos éticos y tecnológicos de la gran Barcelona para convertirla en foro de conocimiento, sede física, nodo digital,hubinnovación y aspirar, sin complejos, a ser capital global del humanismo tecnológico.
Enpalabras, antes de la pandemia, de Laia Bonet, teniente de Alcaldía de Agenda 2030, Transición Digital, Deportes, Coordinación Territorial y Metropolitana y Bienestar Animal: «Barcelona puede aspirar a liderar parte de estos debates trascendentales, a la vez que sigue impulsando su ecosistema digital para hacer de nuestra metrópoli el sitio más estimulante, dinámico y exigente para la nueva economía». Ahora, en el contexto de una pandemia sin precedentes, esa necesidad se hace más fuerte que nunca.
Escuelas de negocio de alta reputación, un rico y diverso sistema de investigación universitario, la vitalidad de nuestro activismo sociotecnológico, así como la efervescente capitalidad de startups o la capacidad de atracción de grandes inversiones en conocimiento, hacen de Barcelona la metrópoli perfecta para impulsar, de forma creativa, estos debates éticos.
Ecosistema emprendedor
Barcelona es una de las metrópolis europeas que más rápidamente está subiendo en los rankings de inversión por startups. El estilo de vida de barcelonés, su modelo urbano particular, la calidad de vida, la alimentación y servicios, y la oferta cultural la convierten en un polo de atracción de talento tecnológico único en Europa. Según el informe State of European Tech, entre 2013 y 2018 la metrópoli atrajo a más de 2.620 millones de dólares en inversiones de capital privado, siendo la quinta fuente de capital riesgo de Europa y situándose por delante de Madrid, Dublín y Amsterdam.
El estudio Startup Hetmap Europe situaba a Barcelona como uno de los tres mejoreshubstecnológicos de Europa, junto con Londres o Berlín. Esta posición no es menor, ni aleatoria: es el resultado de un esfuerzo colectivo y de años de trabajo por la conciencia compartida de la necesidad de que nuestra región única y singular.
Vocación de ciudad metropolitana
Tal y como recoge el nuevoPlan Estratégico Metropolitano de Barcelona (PEMB), Barcelona aspira a la cooperación con el resto de municipios de la región metropolitana, como vía para encarar retos como la sostenibilidad ambiental, servir a las necesidades de la ciudad real de los 5 millones de personas, las personas que realmente habitan y trabajan en la metrópoli barcelonesa. También es la perspectiva que permite a Barcelona competir con otras ciudades globales.
Las metrópolis pueden y deben ser el laboratorio cívico para protagonizar una revolución humanística que dé sentido cívico a las distopías tecnológicas.No queremos ciudades muy inteligentes y poco humanas, sino tecnología al servicio del proyecto cívico de la ciudad.
El humanismo tecnológico y su capacidad para involucrar a los principales sectores económicos de la metrópoli (turismo, industria,hubslogísticos, academia, investigación, emprendimiento…), sumada a la capacidad de generar una esfera de concienciación y empoderamiento de la ciudadanía en los aspectos digitales (lo que ya se ha iniciado, por ejemplo, desde programas como STEAM BCN del Ayuntamiento de Barcelona), hacen del entramado metropolitano barcelonés un espacio único en el que hacer crecer y alimentar esta vocación de ciudad y territorio.
Sede/Nodo/Capital
En definitiva,la Barcelona metropolitana puede convertirse en un foro globaldonde se estudien y ensayen los derechos de la ciudadanía en cuestiones sobre la privacidad de datos, los límites a las grandes corporaciones tecnológicas, la robótica, la computación cuántica o el desarrollo de la Inteligencia Artificial, entre otros. Europa corre el riesgo de ser el parque temático y geriátrico del mundo si no lo somos ahora. El ecosistema digital, político y cultural de Barcelona es una oportunidad que necesita un relato que lo active.Debemos recordar también que si la metrópoli de Barcelona no abraza esta idea, otros núcleos urbanos pueden capitalizarla. Dejar perder esta oportunidad sería, en mi opinión, un gran fracaso para Barcelona y su área metropolitana.
Nos encontramos, por tanto, en un contexto en el que se dibuja una oportunidad perfecta para aprovechar los activos de Barcelona y dar forma a la transformación digital, posicionando la metrópoli barcelonesa como líder global en humanismo tecnológico.
Misiones
La metodología deMariana Mazzucato, basada en misiones, permite ponernos objetivos concretos para avanzar en la consecución de una Barcelona del Mañana que incluya todos los temas discutidos y cuestionados en este documento. En este sentido, y con una voluntad de dejar muy claras las ambiciones de la ciudad en la dirección del humanismo tecnológico, propongo tres misiones:
1.COLABORACIÓN. La autorregulación de la ciudadanía individual y corporativa. La presión consciente y comprometida de los usuarios, consumidores y ciudadanía para formular sus demandas y limitaciones efectivas contra el exceso de poder de las corporaciones puede ser un gran activo en la conformación de una ciudadanía digital comprometida y participativa.En clave metropolitana, debemos impulsar todas aquellas actividades, iniciativas y propuestas que permitan generar una red crítica, formativa y constructiva donde la ciudadanía tome un rol líder en la conformación de las normas y del terreno de juego digital, que no deje a nadie atrás y que empodere digitalmente a los ciudadanos y ciudadanas de nuestra ciudad metropolitana.
2.ALIANZAS. Una alianza ciudadana-corporativa, público-privada entre gobiernos (locales, regionales, estatales y supranacionales) y las grandes fuerzas de pensamiento y representación políticas, con las corporaciones globales. Una alianza para garantizar el interés general y el bien común que hoy, lamentablemente, no puede garantizarse sólo desde la política democrática. En este sentido, los recientes manifiestos de CEO y líderes dela economía digital, que abogan por el humanismo en el centro del desarrollo tecnológico, me parecen esperanzadores. Nos merecemos un mejor reconocimiento y entusiasmo desde la política.
3.ENFORTIMIENTO. Avanzar en el fortalecimiento normativo global, en una nueva gobernanza del ecosistema digital global. En este sentido, las metrópolis globales como Barcelona pueden jugar un papel decisivo para explorar y diseñar modelos de gobernanzas democráticas.Exploramos también iniciativas como dotarnos de una «Constitución Digital Global» para los nuevos derechos, pero también nuevas responsabilidades que, como ciudadanía activa y participativa,debemos tomar para construir, entre todos y todas, una nueva ciudadanía digital y tecnológica que recuerde la centralidad de las personas a partir de la gobernanza transparente e inclusiva.
Para saber más, puedes encontrar otros documentos relacionados con la metrópoli intel·ligente aquí, donde también podrás consultar el paper original entero de este artículo.
Las opiniones de los autores y las autoras no representan necesariamente el posicionamiento del PEMB.