Elecciones y asuntos metropolitanos
- Oriol Estela - Coordinador general del PEMB
- 06-02-2019
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A medida que se acercan las elecciones municipales del 26 de mayo se van perfilando las candidaturas a los diferentes municipios y se empiezan a trabajar los programas electorales, al tiempo que se dejan entrever algunas primeras propuestas concretas. Y hay que decir que, como novedad respecto a comicios anteriores, la referencia al territorio metropolitano se empieza a hacer presente. Una buena noticia para los que nos dedicamos a este territorio pero, sobre todo, para el conjunto de la ciudadanía si finalmente acaba cuajando en la futura acción de gobierno.
En este sentido, el 6 de febrero presentamos, junto con el AMB y el IERMB, un documento titulado “¿Qué políticas para qué metrópoli?”, Derivado del grupo de trabajo “Fet Metropolità i la seva governança futura”, que ha consistido en una serie de encuentros coordinados por el PEMB en los que han participado fundamentalmente representantes de la administración metropolitana y de la academia, con el fin de explorar los límites aún no alcanzados del marco de gobernanza metropolitana actual, determinado por la Ley 31/2010, del 3 de agosto, del Área Metropolitana de Barcelona y otras fórmulas “blandas” de coordinación.
Se trata de un documento pensado para activar el debate, situar los retos clave para la gobernanza metropolitana y, en particular, plantear cuestiones y propuestas que esperamos que sean abordadas en los programas y debates electorales por venir. Es un documento, por lo tanto, abierto y de trabajo. Por ello se ha incorporado, además de las conclusiones de los debates realizados, una recopilación artículos en los que se expresan opiniones y propuestas particulares que deben estimular la confrontación de puntos de vista. El documento, además, se presenta de manera conjunta con el último número de la revista Papers del IERMB, dedicada monográficamente a la cuestión metropolitana y que ofrece una visión más profunda de algunos de los aspectos esenciales del funcionamiento de nuestra ciudad metropolitana.
¿Cuáles son las cuestiones fundamentales que se desprenden de este documento y sobre las que nos gustaría conocer el posicionamiento de los partidos de cara a las próximas elecciones?
- Los retos en relación al territorio, que tienen que ver con cómo hacer frente a la geometría variable de los fenómenos urbanos y a la utilización de la planificación territorial para garantizar el derecho a la ciudad (metropolitana). Las propuestas, en este sentido, se orientan a la utilización de mecanismos de coordinación flexibles (entre ellos, de manera destacada, el PEMB como vía de coordinación con el territorio de la Región Metropolitana de Barcelona -RMB-) y la activación de los instrumentos de información y planificación disponibles.
- Los retos relacionados con las instituciones y, por lo tanto, con el poder político, la legitimidad democrática y el sistema de financiación. Las propuestas tienen que ver con el refuerzo del perfil político del AMB, dotarla de mayor visibilidad y herramientas de participación y promover una reforma fiscal y de su sistema de financiación.
- Los retos en relación con las políticas y los proyectos metropolitanos, con un foco especial en la estrategia económica, la promoción y el acceso a la vivienda y los mecanismos para favorecer la cohesión social y territorial.
Desde el PEMB consideramos especialmente importante conseguir que los debates sobre las cuestiones metropolitanas se produzcan antes de las elecciones, y no después. Incluso sería muy conveniente alcanzar con anterioridad algún tipo de acuerdo en algunos aspectos específicos, como la forma de incorporación de los municipios de la RMB a los debates y actuaciones metropolitanas. Y, por supuesto, tenemos el firme convencimiento de que el PEMB es una plataforma adecuada para hacerlo, como se recoge en el documento.
Como coordinador general del PEMB, además, quisiera señalar tres elementos fundamentales que nos empujan a formular este requerimiento de urgencia, que somos conscientes, sin embargo, que va en contra de la lógica habitual de los períodos pre-electorales:
- La intención de evitar una lluvia de propuestas y promesas electorales sobre políticas metropolitanas que no tengan en cuenta el marco institucional vigente y el margen de maniobra existente, con la condición de que no es factible -y menos en el contexto actual de la política catalana- plantear una revisión legislativa del hecho metropolitano a corto plazo. Con herramientas como este documento, queremos facilitar la construcción de propuestas sobre lo que ya está activo y con potencial de desarrollo antes que inventar nuevos instrumentos, opción más seductora en términos políticos, pero que suele derivar en solapamientos y duplicidades.
- El toque de atención para ser conscientes de que, a pesar de todo lo que se pueda prometer y proponer en clave metropolitana durante la campaña, el escenario post-electoral más probable es el de la hiperfragmentación generalizada de los plenos. Presumiblemente, con mayorías exiguas y coaliciones multicolor, todo lo que no sea hacer frente a la dura tarea de gobernar los respectivos municipios pasará a un segundo plano. Por lo tanto, abrir frentes metropolitanos que supongan un factor adicional de desgaste (y un dudoso rédito electoral) no será precisamente una prioridad. Se tendría, pues, que dejar algunos elementos bien relacionados (en particular, la apertura a la coordinación con la RMB) de manera inmediata.
- El llamamiento a los actores económicos y sociales metropolitanos y a la sociedad civil en general a implicarse en el fortalecimiento de la gobernanza metropolitana, como garantía de vigilancia de que esta cuestión se mantiene en la agenda de prioridades políticas. Algunos de estos actores ya se reúnen en la asociación Plan Estratégico Metropolitano de Barcelona y coincide que, en los últimos tres años, todos ellos han vivido relevos en sus cúpulas directivas - excepto la Cámara de Comercio, que lo hará en breve-, pudiendo aportar energías y motivaciones renovadas a un ejercicio de concertación como el que se reclama.
Asimismo, hay que señalar que algunas de estas posibles acciones inmediatas ya se encuentran en marcha de la mano del PEMB. En este sentido, llevamos dos años trabajando en diversos procesos de debate, de concertación y de coordinación a escala de la Región Metropolitana, que deben cristalizar en acuerdos firmes en breve: Pacto por un Turismo Sostenible en la Región Metropolitana de Barcelona; Carta Alimentaria de la Región Metropolitana de Barcelona; Comisión Estratégica de Infraestructuras (para determinar prioridades de inversión en la RMB); traslado a escala metropolitana del Acuerdo Ciudadano por una Barcelona Inclusiva; apertura a los actores económicos y sociales y a los territorios de la RMB del proceso de participación del Plan Director Urbanístico Metropolitano o la ampliación en el ámbito metropolitano de eventos como la Mobile Week y el Smart City Week.
En definitiva, debemos ser conscientes de que en el debate de la acción a escala metropolitana hay en juego cuestiones importantes como el urbanismo (ni más ni menos que la renovación de un Plan General Metropolitano que ya ha superado los 40 años de vida), la vivienda y la energía (con los nuevos operadores metropolitanos), la movilidad (TMB) o el desarrollo económico (mediante la agencia creada recientemente). Pero, también, si permitimos que los dos millones de personas que viven en territorio metropolitano fuera del AMB vean reconocida de alguna forma su participación en una realidad urbana que supera los límites administrativos. Un reconocimiento que no puede esperar mucho más.
Que los próximos cuatro años sirvan para dar el salto que necesitamos hacia una gobernanza metropolitana efectiva dependerá de muchos factores, empezando por los resultados de las próximas elecciones y de los equilibrios que será necesario resolver entre el gobierno de los municipios y el del conjunto del ámbito metropolitano. En cualquier caso, podemos asegurar que el éxito residirá en gran medida en la capacidad y la voluntad que tengamos de dejar el camino allanado de cara a un mandato que se augura muy complejo.
Las opiniones de los autores y las autoras no representan necesariamente el posicionamiento del PEMB.