El ámbito de la investigación científica

Ciclo de la Metrópoli Inteligente

La actividad académica ha permitido un posicionamiento muy destacado de la metrópoli de Barcelona impensable hace 30 años y lo ha hecho a través de un determinado número de núcleos científicos claramente identificables en el territorio. La concentración geográfica de espacios de investigación, es uno de los puntos fuertes de la generación de conocimiento en el territorio metropolitano. Para consolidar y potenciar esta concentración, serán fundamentales una adecuada planificación territorial y energética, garantizar la conectividad de los núcleos de investigación e impulsar acciones para la retención de talento captado por estos núcleos. Asimismo y para profundizar en el impacto social de los centros de investigación, es necesario reforzar la capacidad del sector público local y de los espacios de participación ciudadana a fin de incentivar una interacción bidireccional entre los centros de investigación y la sociedad. Seguidamente, el documento recoge los principales núcleos de investigación del AMB y recoge algunas reflexiones respecto a los espacios de conocimiento de la RMB. Sobre estos últimos se expresa que la estrategia más eficiente es seguir la estrategia que nos enseña la experiencia: aprovechar al máximo las sinergias de contigüidad, orientando cualquier crecimiento hacia los entornos de realidades ya existentes.

El ámbito de la investigación científica
1. Una metrópoli bien posicionada en ciencia

Barcelona se sitúa hoy en lo más alto de los rankings europeos de generación de conocimiento, una posición impensable hace tres décadas. Es el resultado de un impulso propiciado por las políticas públicas, pero también por la iniciativa privada de muchos promotores individuales, fundaciones y empresas. En conjunto han situado la metrópoli entre el top-10 de las grandes ciudades europeas en ciencia de frontera [1] , y en el top-5 de la UE-27, sólo por detrás de París, Berlín y Munich.

La reflexión que presentamos a continuación se centra en la investigación científica, un sector clave de la economía del conocimiento. La actividad académica que ha permitido un posicionamiento tan destacado se desarrolla esencialmente en un determinado número de núcleos científicos, claramente identificables en el territorio. Estos núcleos territoriales de ciencia se han ido articulando en torno a un campus universitario, de un gran hospital o bien de una gran instalación científica, y resuenan con las misiones centrales de estas instituciones (la función docente en el caso de las universidades o función asistencial, en el caso de los centros sanitarios, por ejemplo). Son instituciones que han ido atrayendo a otros centros y entidades en sus alrededores y que de este modo han actuado como elementos tractores de nuevo conocimiento y de innovaciones en el ámbito de la especialización que los caracteriza. También de actividad empresarial relacionada y, en consecuencia, impulsora del llamado ecosistema innovador.

2. La tendencia a la concentración geográfica

A lo largo de las últimas décadas, la competitividad de los países líderes en nuevo conocimiento e innovación se ha sostenido sobre la concentración territorial de instituciones y empresas en espacios cercanos, aprovechando así las sinergias, la fertilización cruzada y las economías de escala que ésta comporta. La tendencia a la aglomeración territorial en investigación es algo que también se ha producido dentro de la gran metrópoli de Barcelona, aunque no haya existido una planificación formal y global al respecto.

En términos más concretos, entre las razones que fundamentan la necesidad y la idoneidad de promover núcleos territoriales de investigación, sobre la base del grupo geográfico de diferentes instituciones, y que a la vez explican su aparición, se incluirían:

  • La investigación científica contemporánea requiere cada vez más de infraestructuras costosas que, además, deben estar permanentemente actualizadas. Estas infraestructuras (plataformas tecnológicas, estabularios, laboratorios con requerimientos especiales, etc.) generalmente ni son alcanzables por una única institución ni son mínimamente rentables si sus prestaciones o servicios no se ofrecen a otros centros, instituciones y empresas. Requieren de personal técnico muy especializado y conllevan unos costes recurrentes de inversión, dado que la obsolescencia de estas tecnologías se produce en un corto espacio de tiempo. El hecho es que la disposición de tecnología punta o muy avanzada, es uno de los principales elementos para atraer al mejor talento del mundo.
  • Relacionado con lo anterior, tanto las tecnologías empleadas en la investigación como la enorme cantidad de información que actualmente se procesa comporta unas necesidades de conexión telemática y de energía excepcionales. Por estas razones los núcleos territoriales de investigación deben disponer de acceso a fibra óptica ya flujos de energía de gran capacidad, elementos que no se pueden proveer de forma dispersa.
  • Tanto o más importante son las personas, las protagonistas de la generación de ese nuevo conocimiento. El hecho es que, a pesar del papel creciente de la comunicación telemática y del trabajo a distancia, la interacción cercana y presencial continúa y continuará siendo muy importante como estímulo de la creatividad. Es algo que el talento valora y desea. Constatamos que es más fácil atraer a un investigador a una institución situada en un núcleo de investigación con demasiada crítica que a una aislada.
3. La necesidad de potenciar y consolidar los núcleos territoriales

La primera consideración es la necesidad de consolidar los núcleos territoriales ya existentes, fruto en muchos casos de inversiones ininterrumpidas de varias décadas. Sería irresponsable no continuar con estos esfuerzos, abandonando un camino que ha permitido a estos núcleos conseguir unos niveles de calidad y protagonismo internacional que son muy difíciles de alcanzar. Las administraciones locales no son ajenas a su crecimiento y consolidación a partir de las competencias que les son propias en materia de urbanismo, vivienda, movilidad y acogida, entre otros. En resumen, se trata de atraer y proteger la búsqueda. Desde la perspectiva de los gobiernos locales (Ayuntamiento, Diputación, autoridades metropolitanas), a continuación destacamos diversas políticas específicas o sectoriales al respecto:

3.1. Planificación territorial.

El urbanismo y la ordenación territorial que comporta es algo que no puede quedar ajeno al despliegue de los recursos destinados a la producción de conocimiento. Es necesario incluir la ciencia y sus instituciones en la planificación futura del territorio. Es necesario tener en cuenta sus necesidades de consolidación y crecimiento en los planes urbanísticos. Desde las administraciones metropolitanas ésta es seguramente la forma más potente de acompañarla en la carrera por mantenerse en el top-10 europeo. Cualquier planificación urbanística futura debería pues reconocer a este sector, y sus externalidades, como uno de los factores de crecimiento económico del territorio, teniendo en cuenta sus especificidades.

La historia reciente lo justifica. Uno de los mecanismos que ha facilitado el éxito del desarrollo de la investigación en la ciudad de Barcelona ha sido la identificación, y posterior calificación urbanística, de espacios destinados a la investigación y servicios asociados a la misma. Los ayuntamientos de la región, con el de Barcelona a la cabeza, deberían pues incluir en su agenda tanto la reserva y disposición de sol como la definición de futuros usos de edificios y parcelas en espacios cercanos a los núcleos científicos ya existentes , para permitir el crecimiento cuantitativo y cualitativo de estos espacios estratégicos. Además, cualquier iniciativa de tamaño importante que se pudiera plantear de novo, -a menos que se planteara con una excepcional ambición económica y con una vocación de permanencia muy a largo plazo-, debería añadirse a algunos de los núcleos científicos ya existentes en lugar de ubicarse en nuevas áreas, dadas las dificultades, los costes y el tiempo necesario para conseguir una masa crítica adecuada, o los retos de movilidad e infraestructuras que comporta el establecimiento de estas actividades.

3.2. Planificación energética.

Relacionado con lo anterior, es indispensable considerar las necesidades energéticas de estos núcleos científicos, en algunos casos indispensables para desarrollar una actividad dependiente de grandes instalaciones o plataformas tecnológicas. A este respecto, hay que tener en cuenta la presencia del sincrotrón ALBA en Cerdanyola, la del supercomputador Marenostrum en Barcelona (BSC) o la concentración de equipamiento biomédico de alto nivel en varios núcleos universitarios y sanitarios de la región (y que se identifican a continuación) en cuanto a la planificación de las necesidades energéticas del futuro en la región metropolitana.

3.3. Conectividad.

De forma similar, la conectividad es indispensable para mantener la posición de liderazgo en el sur de Europa. En el horizonte 2030, todos estos núcleos de conocimiento deben gozar de la mejor conectividad de red posible, tanto entre ellos como con la infraestructura de comunicación científica europea (Géant). Yendo un paso más allá, la región metropolitana deberá ser uno de los primeros nodos de la futura internet cuántica que la Comisión Europea está planificando. Nada de esto será posible si los entes locales no incluyen estos elementos en su planificación territorial y de infraestructuras.

3.4. Atracción y retención de talento

Como ya hemos comentado, estos núcleos de conocimiento se basan en la concentración geográfica de instalaciones e infraestructuras, pero principalmente de talento. Todos los buenos resultados conseguidos por nuestra ciencia en los últimos años tienen una alta correlación con la capacidad de nuestras instituciones de atracción y retención del mismo. Los ayuntamientos y entidades supramunicipales tienen mucho que contribuir a este objetivo. Podemos referirnos, sólo a modo de ejemplo, a cuatro dimensiones diferenciadas: medidas administrativas para facilitar la residencia, políticas de transporte (incluida una buena conectividad aeroportuaria), políticas educativas y políticas de vivienda.

Las entidades locales deben progresar en los sistemas de acogida al talento atraído por los núcleos científicos. Esto incluye su recibimiento y acompañamiento en materia de permisos, acreditaciones y otras gestiones similares o relacionadas. Las ciudades del mundo más implicadas en la economía del conocimiento disponen de programas especializados para acoger, informar y facilitar trámites. Buena parte del talento que llega (o que es necesario retener) es bastante joven, lo que implica necesidades singulares. Las políticas de vivienda pública deben contemplar recursos para facilitar la atracción temporal de personal altamente cualificado, muy especialmente, de lo que se incorpora a estos núcleos de investigación para realizar estancias de formación y con un poder adquisitivo moderado. Hay que evitar que las dificultades en la búsqueda de vivienda o en la oferta de guarderías públicas, por ejemplo, constituyan una barrera a la hora de su captación en un entorno internacional muy competitivo.

3.5. Impacto social

Las administraciones locales también pueden influir a fin de que la ciencia de frontera que se desarrolla en la región de Barcelona tenga un mayor impacto social y ciudadano. Por un lado, es necesario reforzar la capacidad del sector público local para generar procesos que lleven a la resolución de retos ciudadanos por la vía de las aportaciones del tejido científico y tecnológico metropolitano. Aspectos como la sostenibilidad, la mejora de la movilidad o la digitalización de los servicios públicos son campos propicios para la colaboración administración - academia, y para que devuelva a la sociedad el conocimiento científico generado en el territorio. Por su parte, la región metropolitana tiene un tejido muy sólido de entidades culturales y de participación ciudadana. La promoción de una mayor intersección entre este tejido y los núcleos de generación de conocimiento puede acercar aún más la ciencia a la ciudadanía, con sus múltiples virtudes. Éste es un terreno donde el enfoque metropolitano y desde el punto de vista de la administración local es del todo pertinente.

4. Núcleos de investigación en la AMB

A continuación se identifican los principales núcleos de investigación territoriales en el marco de la AMB (los 36 municipios).

Los núcleos territoriales de investigación generalmente incluyen más de una institución, en una variedad de edificios (no necesariamente uno por institución) que se encuentran en una proximidad razonable (no más de 10-15 minutos andando). Son también espacios intensivos en formación de personal técnico y científico, se ofrecen servicios científico-técnicos compartidos y la producción científica originada en su seno es muy significativa. Asimismo, son lugares naturales para el inicio de nuevas iniciativas empresariales, hasta que llegan a los primeros grados de madurez. Es deseable que haya un ensamblaje formal de estos núcleos con las ordenaciones urbanísticas, con el fin de acompañar y facilitar en el futuro un despliegue más amplio de los núcleos actuales.

Históricamente los núcleos de conocimiento se han desarrollado en torno a universidades y grandes hospitales. Si bien ninguna empresa ha sido el palo de pajar de ningún núcleo territorial de investigación existente, el hecho es que cada vez es más común que empresas, muchas nacidas de instituciones de los propios núcleos de investigación, se sitúen en entornos no muy alejados. En la medida de lo posible los planes urbanísticos deberían facilitarlo.

Los doce núcleos que se enumeran a continuación incluyen todos los centros CERCA en el AMB (y todos los del CSIC, con la excepción del Jardín Botánico) y prácticamente toda la producción científica de la AMB. La enumeración trata de seguir el orden cronológico del origen del núcleo.

 

5. La investigación en la RMB

En la lista de núcleos de investigación en la AMB se observa que los seis más antiguos están en la ciudad de Barcelona estricta. Es sólo en tiempos relativamente recientes que han aparecido cinco más, muy potentes, fuera del municipio de Barcelona (UAB-ALBA, Bellvitge, Can Ruti, Castelldefels, Diagonal-Besós), y sólo uno en el interior de éste ( 22@). Puede afirmarse que, en las seis últimas décadas, el crecimiento de la investigación ha venido marcado desde la perspectiva territorial por dos características: fortalecimiento de los núcleos existentes dentro del municipio de Barcelona y efecto mancha de aceite cuando se considera el AMB. Es un buen modelo.

A la hora de contemplar el desarrollo de la investigación en el marco territorial de la Región Metropolitana de Barcelona (los 164 municipios) constatamos que no se pueden delimitar, fuera de la AMB, núcleos comparables a los de la lista anterior, no existe un mapa tan consolidado. Pero es lógico esperar que el efecto mancha de aceite persista. Lo más eficiente es seguir la estrategia que nos enseña la experiencia: aprovechar al máximo las sinergias de contigüidad, orientando cualquier crecimiento hacia los entornos de realidades ya existentes, que aquí denominamos prenúcleos. Algunos ejemplos de estos prenúcleos son la UPC en Vilanova, el conjunto UPC, Leitat, ESCAC y Mutua de Terrassa en Terrassa, el Parque Taulí de Sabadell, la Torre Marimon del IRTA en Caldes de Montbui o el Tecnocampus en Mataró .

Epílogo

Hasta aquí nuestra reflexión sobre los núcleos territoriales en investigación y, sobre las potencialidades de las políticas municipales y metropolitanas para acompañar el despliegue de estos núcleos y hacerlos más competitivos. En este documento no se revisa expresamente ni el ámbito de la innovación ni el de la manufactura avanzada con alto contenido de conocimiento. Desde una perspectiva territorial hay que tener en cuenta la existencia de un importante ecosistema innovador, que se está desarrollando con mucha fuerza y que incluye territorialmente los núcleos de investigación pero que, naturalmente, se extiende en áreas mucho más extensas de la ciudad, del AMB y también de la RMB. Asimismo, hacemos constar que el ámbito de la manufactura avanzada es particularmente potente y cuenta con posibilidades (y realidades, como, por ejemplo, la SEAT) muy amplias en la RMB.

Para saber más, puedes encontrar otros documentos relacionados con la metrópoli inteligente aquí, donde también podrás consultar el paper original entero de este artículo. 

Las opiniones de los autores y las autoras no representan necesariamente el posicionamiento del PEMB.

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