Carta Alimentaria de la Región Metropolitana de Barcelona (CARM)
Compromisos de la CARM
- Proyecto de alcance metropolitano
- Promoción de sectores estratégicos - Agroalimentario
- 2017
- 2018
- 2019
- 2020
- 2021
- En desarrollo
- Operativo
- Stand-by
En este marco:
Teniendo en cuenta el horizonte del Compromiso Metropolitano 2030, en el que el eje central es el impulso del progreso social y económico como mecanismo para la reducción de las desigualdades y de la segregación espacial en el territorio metropolitano en el contexto de la emergencia climática y en el mundo postpandemia.
Teniendo en cuenta los compromisos de las diferentes agendas internacionales hacia un sistema alimentario más justo, sostenible y saludable. Especialmente los Objetivos Agenda Desarrollo Sostenible 2030 de las Naciones Unidas, Nueva Agenda Urbana, Decenio de las Naciones Unidas de Acción sobre la Nutrición (2016-2025), Carta Europea de Gobernanza Territorial y Alimentaria (2011), Carta por una Soberanía Alimentaria desde nuestros Municipios (2014), Pacto de los Alcaldes y Alcaldesas por el Clima y la Energía (2015), Pacto de Políticas Alimentarias Urbanas de Milán (2015) y Estrategia de impulso de la política alimentaria de Barcelona (2016-2019).
Entidades miembros de la asociación Plan Estratégico Metropolitano de Barcelona, alcaldes y alcaldesas, representantes de los gobiernos y entidades locales, productores y productoras, empresas y entidades del tejido social manifestamos nuestra adhesión a esta Carta Alimentaria de la Región Metropolitana y nos comprometemos a:
- Facilitar la participación y la gobernanza para crear una base social e institucional implicada
- Defender un medio agrario vivo que impulse la producción local y su valor social y ecológico
- Priorizar la equidad social y económica frente a la crisis climática y el mundo postpandemia
1. Facilitar la participación y la gobernanza para crear una base social e institucional implicada
- Repensar los sistemas alimentarios desde un enfoque holístico que contemple la alimentación como un derecho de los territorios y de las personas, situando el cuidado de la vida y de las personas en el centro de nuestros valores y prácticas. Esta visión contempla el ciclo alimentario del campo al plato (producción, almacenamiento y transporte, distribución, elaboración y procesado, empaquetado, comercialización, consumo y gestión de residuos) y también los ámbitos transversales donde impacta el sistema alimentario (medio ambiente, salud, cultura, patrimonio, ocupación-emprendimiento, género, educación, servicios sociales, etc.).
- Contemplar la mayor diversidad y la pluralidad de actores del sistema alimentario en clave de quíntuple hélice: las administraciones públicas, el sector primario productivo (agricultura y primera transformación alimentaria) y las empresas del ciclo alimentario, las universidades y la investigación, la ciudadanía y sus organizaciones, y los medios de comunicación.
- Identificar y transformar experiencias de buenas prácticas en programas y políticas públicas, favoreciendo transiciones, proyectos piloto-tractores y cambios de escala, con el apoyo académico, de investigación y de recursos correspondiente.
- Explorar y facilitar la constitución de espacios o marcos propios de gobernanza y transparencia multinivel, que recojan y den respuesta a las necesidades expresadas desde los territorios y de los actores que definen el sujeto político metropolitano.
- Generar conocimiento, discurso e imaginario en una estrategia de comunicación y sensibilización coordinada.
Acciones vinculadas:
1.1 Diseño e implementación de nuevos indicadores, y sistemas de información y de generación de datos alineados con el marco de indicadores del Pacto de Milán que se integren en el Observatorio del Sistema Alimentario Metropolitano. Aglutinar talento y líneas de investigación para contribuir a resolver los retos del sistema alimentario actual. Explorar las potencialidades del big data y la ciencia ciudadana.
1.2 Elaboración de diagnósticos y recomendaciones integrales sobre el sistema alimentario metropolitano que permitan definir estrategias alimentarias locales articuladas en la escala metropolitana a través de espacios de referencia, prácticas compartidas y experiencias inspiradoras.
1.3 Constitución, allí donde se considere oportuno, de consejos agroalimentarios locales, en los que reconocer los diferentes intereses, gestionar los conflictos y equilibrar las relaciones de fuerzas para establecer acuerdos y pactos de futuro sobre una visión y confianza mutuas.
2. Defender un medio agrario vivo que impulse la producción local y su valor social y ecológico
- Proteger, recuperar y dinamizar el suelo agrícola como un activo estratégico dentro del planeamiento territorial y urbanístico metropolitano.
- Defender a los agricultores y agricultoras, así como a sus formas de organización, asegurando la viabilidad económica, ecológica y social de las fincas, así como la producción agraria con rentas agrarias dignas; facilitando el relevo generacional y el acceso a la tierra; y apoyando la incorporación de prácticas agrarias sostenibles con equipamientos de referencia, así como recursos técnicos y económicos para la formación e innovación.
- Fomentar los circuitos de comercialización de proximidad que refuercen los vínculos directos, de colaboración y confianza entre los diferentes agentes del ciclo alimentario, poniendo en valor los productos de proximidad y construyendo una alianza entre el pequeño y mediano productor/a local y los comercios de proximidad.
- Incidir en los flujos de mercancías. Investigar e implementar sistemas logísticos que faciliten la distribución conjunta de los productos agroalimentarios de proximidad, y que ayuden a dinamizar la red de mercados municipales y de comercio local que revitaliza las calles y las plazas metropolitanas, favoreciendo la cohesión social.
- Promover la agricultura social, que apoya a la agricultura urbana, por sus beneficios para la cohesión social y la revitalización de la vida comunitaria y la economía del bien común.
Acciones vinculadas:
2.1 Preservación, valoración y blindaje de la tierra agraria y los suelos fértiles, a través de legislación específica, formas de ordenación territorial favorables e instrumentos de gestión concertada, como, por ejemplo, los parques agrarios y los acuerdos de custodia participativos que queden reflejados en el PDU metropolitano de Barcelona y en los diferentes POUMS.
2.2 Creación y apoyo a canales de comercialización y distribución de productos de proximidad de alimentos frescos, locales, ecológicos y de temporada, especialmente con programas de referencia en la red de mercados y comercio local.
2.3 Puesta en marcha de dispositivos de fortalecimiento de las relaciones de colaboración entre productor/a, consumidor/a y establecimientos comerciales, como los hubs alimentarios.
3. Priorizar la equidad social y económica frente a la crisis climática y el mundo postpandemia
- Democratizar la alimentación en función de un principio de justicia social que garantice las condiciones de acceso de toda la población a una alimentación sana, equilibrada y sabrosa, basada, todo lo posible, en productos locales y ecológicos, y que, a la vez, reconozca la diversidad cultural de las comunidades.
- Apoderar y sensibilizar a la ciudadanía respecto a los retos del sistema alimentario y hacia unos modelos de consumo y estilos de vida más saludables, responsables y sostenibles.
- Poner en valor el potencial estratégico y el compromiso de la industria alimentaria y del sector agrario en términos de innovación social, economía circular y desarrollo territorial sostenible para aportar soluciones desde la vertiente ambiental, social y económica; incentivando una ocupación de calidad y la utilización de materia prima local, y generando sinergias con los diversos procesos de innovación multiactor.
- Sensibilizar en la prevención de residuos, la cultura del aprovechamiento y el horizonte residuo cero para reducir el impacto ambiental, favoreciendo un uso más racional de los envases y del plástico, y la recuperación y la redistribución de alimentos seguros, frescos y nutritivos destinados al consumo humano, procedentes de todo el ciclo alimentario y para toda la población.
Acciones vinculadas:
3.1 Intervenciones sobre la oferta para asegurar la disponibilidad y el acceso a alimentos frescos, locales, ecológicos y de temporada para toda la ciudadanía, en particular en los barrios y para las personas más vulnerables, mediante la gestión de licencias comerciales, apoyo a mercados itinerantes y sistemas de reparto domiciliario.
3.2 Despliegue de programas de información y sensibilización alimentaria desde la prevención y la promoción de las dietas saludables, con la implicación de los actores locales.
3.3 Utilización de la contratación y la compra pública responsable con criterios ecológicos y de proximidad y en clave de economía social, solidaria y sostenible en el ámbito de la restauración colectiva y, específicamente, en los comedores escolares.
3.4 Incentivos a las prácticas de economía circular y al cierre de ciclos de materia, agua y energía en los diferentes procesos relacionados con el ciclo alimentario, en particular en la transformación y distribución de alimentos y el sector horeca.
La Carta Alimentaria de la Región Metropolitana de Barcelona se dotará de los espacios e instrumentos de coordinación y seguimiento correspondientes.
Así mismo, la adhesión a la Carta Alimentaria de la Región Metropolitana de Barcelona supone la vinculación de las instituciones y organizaciones firmantes con los principios, valores y objetivos contenidos en el Pacto de Milán de Políticas Alimentarias Urbanas en una aproximación territorial integrada y la voluntad de colaboración en el buen desarrollo de las actividades asociadas a la Capital Mundial de la Alimentación Sostenible 2021.