La Carta Alimentaria de la Región Metropolitana de Barcelona pondrá en el centro la reducción de desigualdades
El coordinador general del PEMB sitúa la Capitalidad de la Alimentación Sostenible 2021 como oportunidad para alinear actores y proyectos y el diseño como herramienta que puede contribuir en ello de una manera muy valiosa, al FOODTURE Barcelona
- 07-11-2019
- Compromiso Metropolitano 2030
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“¿Os habéis preguntado nunca que significa alimentar a 5 millones de personas unas tres veces al día? ¿Qué engranajes hay detrás que lo permiten? Y ¿Qué personas?” Con estas preguntas el coordinador general del PEMB, Oriol Estela Barnet, ha querido interpelar al público asistente a la primera edición de FOODTURE, un evento coorganizado por Barcelona Centro de Diseño y Plat Institute sobre las nuevas tendencias en Food Design, Social Food y Food Tech y que gira alrededor de los vínculos entre la gastronomía, el diseño, la innovación y la tecnología y como pueden combinarse para abordar retos actuales. Precisamente, con el objetivo de contribuir en dotar de contenido el Social Food, el PEMB ha presentado la Carta Alimentaria de la Región Metropolitana de Barcelona (CARM), que empezó a caminar el 2017 de la mano desl PEMB después de ver como “un elemento básico y necesario para la vida, la alimentación, no estaba garantizado para todo el mundo en una región metropolitana como la nuestra”. “De aquí nace la idea de la CARM y de dotarnos de una estrategia alimentaria a largo plazo”, ha explicado Estela, sobre todo para situar en el centro la reducción de desigualdades en lo que se refiere al acceso a los alimentos.
Y es que, según Estela, “gran parte del problema es que hemos perdido la conexión con los alimentos: con quién los produce, con quién los distribuye, con quién los comercializa y, en definitiva, con cómo nos alimentamos”. Tal y como se hizo en el Fixing the Future, Estela ha preguntado al auditorio por su plato preferido en la infancia. Macarrones, lasaña, pasta, hamburguesa, bacalao con sanfaina o albóndigas han sido algunas de las respuestas más repetidas. ¿Pero, seríamos capaces ahora de reproducir la receta? Si antes eran las madres y las abuelas las que nos proporcionaban la comida, ¿ahora quién lo hace? ¿Cuáles son los hábitos? ¿Hacérnoslo nosotros y nosotras? ¿Comprar comida preparada? ¿Dónde compraríamos los ingredientes?, “la conexión con los platos de la infancia va cambiando sustancialmente a medida que crecemos”, ha asegurado.
¿Cuáles son los hábitos actuales entonces? ¿Sabemos de donde proviene la mayoría de la comida? ¿En la dieta semanal predomina el producto fresco? ¿Todos y todas tenemos a nuestro alcance productos de proximidad?, “si hiciésemos una encuesta al conjunto de la ciudadanía veríamos que hemos perdido vinculación con nuestros alimentos”. Para reconectar con ellos, es necesaria una estrategia global para toda la región metropolitana, la Carta Alimentaria, que tiene como objetivos: favorecer el consenso y las transiciones hacia un sistema alimentario más justo, sostenible y saludable; definir un marco de trabajo común para facilitar espacios de participación, acción y estrategia para el desarrollo de políticas alimentarias en clave de región metropolitana; y elaborar y desarrollar un plan de acción para la Capital Mundial de la Alimentación Sostenible Barcelona 2021.
“La Capitalidad de la Alimentación Sostenible será una oportunidad para alinear actores y proyectos y el diseño puede ser una herramienta muy potente que puede contribuir en este fin de una manera muy valiosa”, ha asegurado Estela. Precisamente, entre los proyectos de la CARM se ha presentado el #FoodMapping, un proyecto piloto de ciencia ciudadana impulsado desde el PEMB en colaboración con Ideas for Change y Cruz Roja para el mapeo colaborativo de entornos y hábitos alimentarios que concluyó que el lugar donde reside una persona incide de manera directa en lo que come y, por lo tanto, en su salud.
Otros objetivos vinculados a la CARM y que Estela ha mencionado en su discurso han sido la promoción de producción local, el desarrollo de circuitos cortos de comercialización, el acceso universal a alimentos saludables, la reducción del impacto ambiental y la lucha contra el desperdicio alimentario.
Workshop para reconvertir los plásticos de un solo uso en objetos de larga duración
Paralelamente, como entre los retos y compromisos del PEMB está el de reducir el impacto de residuos en los procesos de producción, distribución y consumo alimentarios, la asociación ha patrocinado uno de los talleres de la tarde, un workshop interactivo con Plàstic Preciós la Safor, en el que, además de tratar la problemática del plástico y conocer posibles soluciones, los participantes han podido ayudar a fabricar posavasos con el dibujo de la típica loseta de Barcelona con plástico 100% reciclado.