Los municipios no tienen capacidad para plantear políticas redistributivas y, por ello, es necesario un ente supramunicipal a escala metropolitana

La segregación urbana afecta a las principales áreas metropolitanas de la península, según una investigación del Departamento de Geografía de la UAB

  • 09-04-2019
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En la jornada “Efecto barrio, el impacto social de la segregación residencial en las ciudades ibéricas” se han presentado las principales conclusiones de la investigación realizada por el Grupo de Estudios sobre energía, territorio y sociedad del Departamento de Geografía de la UAB encabezado por Oriol Nel·lo. La investigación se ha realizado teniendo en cuenta principalmente tres factores: los efectos de la segregación residencial sobre las condiciones de vida de la población en la educación, la salud o la vivienda; la relación de la segregación con las actitudes políticas, la capacidad de organización y el comportamiento electoral de la población, así como de las políticas públicas desarrolladas en las áreas urbanas; y la concreción de estas cuestiones en seis áreas metropolitanas: Barcelona, Lisboa, Madrid, Sevilla, País Vasco y Valencia.

Oriol Nel·lo y Carme Miralles durante la presentación de la jornada de investogación 'Efecto barrio'
Oriol Nel·lo y Carme Miralles durante la presentación de la jornada de investogación 'Efecto barrio'

La investigación sobre la segregación urbana del grupo de trabajo de la UAB tenía múltiples objetivos: ofrecer una visión general de las dinámicas de segregación residencial y su afectación en las principales áreas metropolitanas ibéricas -Barcelona, Lisboa, Madrid, Sevilla, País Vasco y Valencia- ; confirmar que existe una estrecha relación entre el lugar donde vive una persona y su calidad de vida; ver cuáles son las repercusiones sobre la dotación de recursos de equipamientos y de servicios de las administraciones públicas; y la capacidad de organización ciudadana. Y, por último, invitó a reflexionar sobre cuáles son las políticas públicas y la acción de la ciudadanía necesarias para hacer frente a la segregación residencial. Además, todo ello, abordado desde un punto de vista metropolitano porque “la segregación urbana tiene claramente una escala metropolitana. Ha dejado de pasar sólo en el interior de los municipios a extenderse en la región”, ha afirmado Oriol Nel·lo, investigador principal del proyecto “Efecto barrio”, durante la presentación en la Facultad de Filosofía y Letras de la UAB.

La directora del Departamento de Geografía de la UAB, Carmen Miralles, ha sido la encargada de abrir la jornada que se ha dividido en tres sesiones. La primera de ellas centrada en vivienda, educación y salud.

Condiciones de vida

En cuanto a la vivienda, Carles Donat, del Instituto de Estudios Regionales y Metropolitanos de Barcelona y el Observatorio Metropolitano de la Vivienda de Barcelona, ha explicado que vivir en régimen de alquiler en la región metropolitana, se ha convertido para la mayoría de los hogares en “la única opción posible, un producto de primera necesidad” porque que los precios de compra se han disparado. Ahora, la separación entre los ingresos y el precio medio de la vivienda hace que el esfuerzo se traslade a las familias: “En el área metropolitana el 45% de los hogares tienen que destinar más de un 30% de sus ingresos a pagar el alquilar”. También ha apuntado que la vivienda ha pasado de ser un elemento de seguridad, de inversión, a un elemento de inestabilidad y ha añadido que también se ha producido un moderado descenso de la movilidad residencial.

Por su parte, Joel Muñoz, del Departamento de Geografía de la UAB, ha presentado las conclusiones del trabajo que ha realizado sobre educación y que confirma la premisa de partida: que el lugar de residencia y las condiciones del entorno están relacionadas con la trayectoria de formación y las oportunidades educativas de la población joven. Es decir, que la distribución desigual del alumnado en los centros escolares, sobre todo según origen y renta, reduce las oportunidades educativas a los alumnos más vulnerables creando un ‘efecto barrio'. Por el contrario, las familias con más capacidad para elegir tienden a escolarizar a sus hijos en centros educativos de barrios poco estigmatizados. Algunas de las reflexiones que apunta el estudio son que, para garantizar la igualdad de oportunidades en la educación es importante que todos los centros ofrezcan las mismas condiciones de escolarización; que haya una clara apuesta por la heterogeneidad social; que se dote de más recursos a los centros de las zonas más vulnerables; y que se apliquen políticas para combatir la segregación escolar y residencial.

Míriam Robles, del Departamento de Geografía de la UAB, ha mostrado los datos obtenidos a partir del trabajo “Salud mental, esperanza de vida y segregación residencial” con el objetivo de responder a la pregunta de si existe una relación inequívoca entre la renta de las áreas urbanas y la salud de las personas que viven en ella. Ha asegurado que aún faltan datos para poder extraer conclusiones pero que la ansiedad y la depresión son dos de las principales enfermedades asociadas al acceso a la vivienda y de otras problemáticas de carácter económico que afectan a las personas con rentas más bajas

Asociacionismo, políticas y actitudes políticas 

La segunda de las sesiones ha sido dedicada a los recursos públicos, la innovación social y el comportamiento electoral. Carles Donat ha centrado en explicar el cruce de datos de segregación que han hecho con los recursos municipales. Según él, han podido confirmado la hipótesis inicial: a más vulnerabilidad en las secciones censales, menos gasto municipal. Con ello han comprobado que “los municipios no tienen capacidad por sí mismos de plantear políticas redistributivas y que hay que hacerlo mediante un ente de escala metropolitana”. También es importante reivindicar el papel que deberían tener las políticas urbanas estatales para revertir esta tendencia, ha urgido Donat.

Ricard Gomà y Helena Cruz, del Instituto de Estudios Regionales y Metropolitanos de Barcelona, han presentado “Asociacionismo ciudadano, capital social y segregación urbana” con el fin de averiguar qué relaciones surgen entre niveles de vulnerabilidad urbana y distribución espacial de equipamientos, asociaciones y prácticas de innovación social a escala metropolitana. Las otras dos preguntas de la investigación eran en qué medida la densidad institucional tiende a incentivar o debilitar la presencia de tejido asociativo e innovación social en el territorio, y qué tipo de interacciones se producen entre tejidos asociativos y prácticas de innovación social. El estudio revela que la dotación de equipamientos en las áreas acomodadas es un 81% más elevado que en las vulnerables, a excepción de los mercados, que están más presentes en las zonas vulnerables.

Los efectos en las grandes metrópolis ibéricas

La tercera de las sesiones se ha centrado en el resto de metrópolis: Madrid, Lisboa, Sevilla, Valencia y País Vasco.

João Seixas, del Departament de Geografia e Planeamento Regional dóna Faculdade da Ciências Sociais i Humanes dóna Universidade Nova de Lisboa, ha explicado que la ciudad es cada vez más cosmopolita e integrada en varias tendencias vanguardistas globales donde las nuevas composiciones de desigualdad son producidas, en primer lugar, por el acceso a la vivienda. La tasa de esfuerzo de acceso al mercado de alquiler es sustancialmente superior a la tasa de esfuerzo para la propiedad del hogar, una diferencia que puede llegar a ser del 30%. En 2018, la inversión inmobiliaria del área metropolitana de Lisboa aumentó un 38%, hasta los 6.000 millones de euros. De estos, la demanda se incrementó y supuso el 28% de la inversión en vivienda.

Marian Huete y Rocío Muñoz Moreno, del Departamento de Sociología de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, han explicado que la tasa de riesgo de pobreza en su región es de un 35,4%, una de las más altas en España. Esto supone un total del 17,8% de la población de Andalucía. En Valencia, en cambio, hay una falta evidente de datos a nivel metropolitano, de consenso en la delimitación metropolitana e interurbana y de trabajos realizados sobre segregación urbana. Lo que sí es evidente es el gran impacto en términos de desigualdad en la ciudad debido a un programa económico basándose en el turismo y la construcción tanto antes como después de la crisis financiera, tal y como ha expuesto Luis del Romero, del Departamento de Geografía de la Universidad de Valencia. El acceso a la vivienda se presenta como el principal mecanismo segregador en esta región que ha dado lugar a la gentrificación y la guetización.

Los representantes de los Departamento de Geografía y Sociología Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid y la del Departamento de Geografía, Prehistoria y Arqueología de la Universidad del País Vasco también han presentado sus estudios apuntando hacia diagnósticos similares.

Una veintena de investigadores de seis universidades españolas y portuguesas han participado en este proyecto financiado per el Programa Estatal de I+D+i Orientada a los Retos de la Sociedad 2016-2019, del MINECO.

 

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