La región metropolitana de Barcelona cuenta con 38 indicadores como resultado de una investigación pionera

La asociación Metropolis encarga a LSE-Cities, de la London School of Economics, una investigación clave en indicadores para 58 territorios metropolitanos de todo el planeta entre los que se encuentra la RMB

  • 05-07-2019
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La región metropolitana de Barcelona, con sus 4.786.697 habitantes según datos del 2017, es una de las 58 áreas territoriales que forman parte de la investigación que LSE-Cities, de la London School of Economics, ha realizado por encargo de Metropolis y financiado por el AMB. Ante la necesidad de entender dónde y cómo vive, trabaja y actúa la gente en las urbes metropolitanas y con el objetivo de desarrollar políticas urbanas más efectivas, LSE-Cities ha extraído 38 indicadores metropolitanos. Algunos son fruto del análisis de datos existentes, pero también hay nuevas métricas, todas ellas agrupadas en seis tipologías: contexto y gobernanza, desarrollo económico, cohesión social, igualdad de género, sostenibilidad ambiental y calidad de vida. Una iniciativa que, a pesar de las dificultades y limitaciones conceptuales y metodológicas, es una muy buena herramienta de partida y que ayudará a que se homogeneicen conceptos y formas de recogida de datos.

38 indicadores metropolitanos del estudio de la LSE-Cities, de la London School of Economics
38 indicadores metropolitanos del estudio de la LSE-Cities, de la London School of Economics

Más de 3 billones de personas en el mundo viven en áreas urbanas y la cifra no para de crecer. Este crecimiento obliga a repensar su gobernanza y presenta también nuevas oportunidades para los territorios. Hasta ahora, aunque la cumbre de Habitat III, la Agenda 2030 y la Nueva Agenda Urbana habían hecho hincapié en la necesidad de tener mejores indicadores a nivel metropolitano, había una importante falta de datos a esta escala. ¿Las dificultades? Para empezar, el concepto de área metropolitana es ambiguo y resulta difícil determinar el alcance geográfico del que sacar los datos en cada caso de una forma homogénea. Con todo, LSE-Cities, ha conseguido ir delimitando territorios metropolitanos funcionales y extraer cerca de una cuarentena de indicadores en diferentes zonas urbanas del mundo, entre ellas, la región metropolitana de Barcelona. Nuno Ferreira Da Cruz, uno de los autores por parte de la LSE, fue el encargado de presentar el estudio recientemente al CIDOB, en un seminario donde también participó la responsable de gobernanza metropolitana y prospectiva del Plan Estratégico Metropolitano de Barcelona (PEMB), Maria Cortada. La experta valora muy positivamente poder contar con estos datos para diseñar mejores políticas a nivel metropolitano ya que 'los datos y la evidencia científica deben constituir una base importante para la definición de políticas también en el ámbito metropolitano'. Cortada también destaca que hay desafíos específicos relacionados con 'la desigualdad y la segregación territorial que hay que abordar para mejorar la calidad de vida de las metrópolis', que es el objetivo principal del PEMB para el territorio de la RMB.

Una de las tipologías destacadas es la de los indicadores sobre igualdad de género, para que los datos permiten 'visualizar estas necesidades y problemáticas específicas', tal y como apunta Silvia Llorente, responsable del proyecto Metropolis Women.



La región metropolitana de Barcelona

La investigación de LSE-Cities ha tenido en cuenta la región metropolitana de Barcelona, y no sólo su área, para crear los 38 indicadores. En este sentido, se hace patente la falta de datos en cuanto a la población extranjera, pero sí se menciona, entre otros, la tasa de desempleo, que es del 12,90%; los 438 kilos de comida que derrocha cada habitante; el hecho de que haya un 72,3% de de población urbana que vive a menos de 500 metros de una estación de ferrocarril, una estación de metro o una parada de autobús; y que el índice de fragilidad de las ciudades de la RMB es del 2,07 (de una puntuación entre 1 y 5).


 

Por tanto, podemos afirmar que hay una gran necesidad de disponer de datos a escala de región metropolitana para desarrollar mejores políticas que creen áreas y ciudades más fuertes. Esta investigación supone un punto de partida y la analítica cruzada de los datos puede ser uno de sus puntos más fuertes. Aunque aún queda por ver cómo crear un relato con esta información y cómo animar a la ciudadanía para que participe de este proceso.

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