En julio de 2013 se publicó este informe técnico - que se enmarca en un contexto europeo y metropolitano - con el objetivo de identificar los indicadores económicos, sociales y ambientales más adecuados, y su imbricación con la Estrategia Europa 2020. Dichos indicadores debían permitir hacer un seguimiento de los objetivos de la Estrategia Europa 2020, teniendo en cuenta las especificidades locales.

La Comisión de la Unión Europea elaboró en marzo de 2010 una nueva hoja de ruta -Europa 2020- que designaba la nueva estrategia de crecimiento de la UE para el periodo 2010-2020.

La estrategia Europa 2020 marcó tres prioridades:

• Un crecimiento inteligente (smart growth) desarrollando una economía basada en el conocimiento y la innovación.
• Un crecimiento sostenible (sustainable growth) con una economía que utilice más eficientemente los recursos.
• Un crecimiento integrador (inclusive growth) fomentando una economía con altos niveles de empleo que redunde en una mayor cohesión social, económica y territorial.

El seguimiento de estas tres prioridades debía contribuir a hacer frente a las deficiencias del modelo de crecimiento y crear las condiciones para desarrollar una economía que ayudara a salir de la crisis de una manera más robusta y eficiente en el uso de los recursos, alcanzando altos niveles de empleo, productividad y cohesión social. La propia UE incentivaba a la administración local a alinearse en este proceso, proponiendo políticas e indicadores de seguimiento.

La coincidencia de la publicación de Europa 2020 con el inicio del proceso de elaboración del nuevo plan estratégico 2030, hacía necesario incluir en éste las directrices marcadas por la UE y tener en cuenta el resultado de estos indicadores para poder establecer mejor las prioridades metropolitanas.

Fecha de publicación: julio de 2013