La economía catalana es de pequeñas dimensiones por lo que no puede basar su crecimiento en la demanda interna y, como consecuencia, es y debe ser aún más una economía abierta al exterior. En esta estrategia de modelo económico, el sector logístico se convierte en esencial para el desarrollo presente y futuro. 

Barcelona y su área de influencia gozan del potencial necesario para convertirse en un hub logístico a escala continental para satisfacer esta necesidad, gracias a su dimensión económica y demográfica, por su situación geográfica y por su dotación de infraestructuras.

Aprovechar estas condiciones para impulsar el sector logístico no supone orientar la  política industrial a impulsar estratégicamente un único sector económico, sino a seguir una política industrial transversal, donde las mejoras de productividad del sector logístico repercutan sobre el resto de sectores económicos.

Según el autor, la nueva competencia surgida en el Este de Europa, los modelos de gestión de las infraestructuras punto a punto, o los programas de formación de capital humano son algunas de las limitaciones a las que se enfrenta actualmente el sector logístico en el área de Barcelona. 

Autor:

• Daniel Albalate. Doctor en Economía por la Universidad de Barcelona y Máster en Economía por la University College London. Es profesor del departamento de Política Económica de la Universidad de Barcelona y coordinador de actividades de la Cátedra Pasqual Maragall de Economía y Territorio. Está especializado en infraestructuras de transporte y en el análisis y evaluación de políticas públicas, temes sobre los que ha publicado ampliamente en revistas científicas internacionales.

Nota. Las opiniones expresadas por el autor/es son a título personal y no representan necesariamente la visión del PEMB.