Bajo el título ‘Renta básica: ¿Qué trabajo? ¿Qué sociedad? ¿Qué vida? Se ha celebrado la tercera edición del Rincón de Repensar que ha vuelto a ser en formato cine fórum y ha girado entorno el documental Free Lunch Society del austríaco Christian Tod. La compatibilidad entre la renta básica garantida y el Estado del bienestar, la importancia de la vivienda a la hora de hacer políticas de renda, la necesidad de complementar esta iniciativa con otras de género, socialización, atención a la dependencia y empoderamiento o la cultura del trabajo y el uso del tiempo libre han sido algunas de las cuestiones que se han abordado durante el debate posterior.
La sesión, coorganizada nuevamente con el Cine Cooperativa Zumzeig, ha contado con la participación de la investigadora del Centro de Análisis Económico y Políticas Sociales de la UB, Ció Patxot, el director de Planificación e Innovación del Área de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Barcelona, Lluís Torrens, la secretaria de Políticas Sociales de UGT Cataluña, Enriqueta Duran, y la periodista feminista de la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad, Sarah Babiker. Las intervenciones, más allá de centrarse en la cuestión 'renta básica sí o no', han puesto de manifiesto las controversias desde diferentes perspectivas, tal y como ha introducido el coordinador general del PEMB, Oriol Estela Barnet.
'Cuando se desarrolla una economía se producen dos fenómenos demográficos; aumenta la esperanza de vida y baja la natalidad', ha comenzado Ció Patxot, que ha querido exponer las dificultades económicas para que renta básica universal y estado del bienestar coexistan. '20 años después del Baby Boom tenemos una población muy grande que tiene pocos hijos y vive más. La consecuencia es que se dispara la dependencia de los mayores y esto dificulta enormemente la instauración de una renta de ciudadanía', ha continuado, 'es, básicamente, un tema de limitación de recursos'.
Contrariamente, Lluís Torrens, que ha destacado que el documental tiene 'cierto talante libertario' ya que se centra en la visión más americana de 'carguémonos el estado del bienestar y que la gente compre lo que necesite con estos ingresos', ha afirmado que el debate de viabilidad está superado y que 'a pesar del envejecimiento de la población, la renta básica universal se puede aplicar sin renunciar al bienestar'. 'Todo lo que se ha hecho hasta ahora para reducir la pobreza no ha funcionado y EEUU es el paradigma de la desigualdad, la renta básica universal trata, además, de avanzar en un derecho fundamental que es el derecho a la existencia', ha terminado el economista.
A su vez, Enriqueta Durán se ha declarado 'completamente a favor de la renta básica universal' y ha explicado que desde UGT están abiertos a nuevas fórmulas, 'si los trabajadores disfrutan de un mínimo de ingresos, tienen la capacidad de valorar más opciones laborales, de ir a lo que les gusta y no aceptar según qué trabajos o condiciones'. La secretaria de Políticas Sociales de UGT Cataluña ha definido el fenómeno como una cuestión de justicia social, 'nuestra cultura lo vincula todo el salario, pero esto ya no funciona', ha afirmado, 'se trata de un gran reto, un cambio de modelo, un cambio cultural para mejorar todo lo que hemos conocido hasta ahora'.
Por último, Sarah Babiker ha querido poner de manifiesto que el documental presenta una versión desde la hegemonía liberal, 'os damos una paga y así realizáis vuestros sueños', y no da visibilidad al conflicto social o la lucha de clases, así como las desigualdades de género. 'Pensar la renta básica universal como solución a la crisis del trabajo pone en el centro al último eslabón afectado, el hombre blanco trabajador de mediana edad, y desdibuja el derecho a la riqueza, que es universal', ha afirmado la periodista. 'Es una iniciativa con un gran potencial para mejorar la situación de las mujeres y la división sexual del trabajo ya que brinda las condiciones materiales que facilitan la redistribución', ha continuado, 'y tiene también un potencial político interesante en un momento de disgregación tan grande entre los pobres, ya que puede convertirse en un objetivo transversal y unir luchas colectivas que se han visto olvidadas'. 'Pero no puede tratarse de una medida aislada, porque por sí misma no solucionará los problemas de nuestra sociedad', ha concluido.
En este sentido, el debate que se ha generado posteriormente a las intervenciones ha girado en torno al papel clave del acceso a la vivienda a la hora de plantear la implantación de una renta básica universal y como tenerlo en cuenta, la necesidad de mantener políticas de bienestar y completar la iniciativa con otras políticas de género, empoderamiento y vínculo social y las consecuencias que tiene la cultura del trabajo en nuestra manera de afrontar la situación. 'El trabajo ha ido siempre muy ligado a unas estructuras de poder, una manera de funcionar, una jerarquía y un sistema determinado. Romper este vínculo nos abre un potencial enorme' ha expresado una de las asistentes. Por su parte, Oriol Estela ha mantenido que 'según se fijen los términos de partida del debate sobre la renta básica universal -si nos interesa más la viabilidad o el sentido de la medida, si es una muleta del sistema o un instrumento de cambio, si se focaliza en un ámbito más local o debe ser global-, el resultado puede ser muy diferente”, y ha seguido “en todo caso, hay que pasar a la acción lo antes posible y experimentar' poniendo, con esta intervención, punto final a la jornada.
Durante el debate posterior a la proyección de Free Lunch Society, se hizo referencia al libro que Lluís Torrens firma conjuntamente con Jordi Arcarons y Daniel Reventós, Renda Básica Incondicional. Una propuesta de financiación racional y justa y al proyecto B-Mincome que se lleva a cabo desde el Ayuntamiento de Barcelona.