Parques científicos

En el 30 aniversario del PEMB hemos querido hacer un reconocimiento a uno de los factores que más ha influido en el desarrollo de la ciudad en este periodo: la investigación científica y tecnológica.

Barcelona es la quinta ciudad europea y la decimoséptima a escala mundial en investigación científica y tecnológica, según el Knowledge Cities Ranking, y lo ha conseguido en menos de 30 años. La región metropolitana de Barcelona cuenta actualmente con una veintena de parques científicos y tecnológicos, la mayoría de los cuales no llegan a los 15 años de vida pero han ayudado al desarrollo de la metrópoli de manera muy significativa, y han situado Cataluña como referente europeo y mundial en esta materia. En el contexto económico actual, la investigación, la ciencia y la innovación tecnológica y social son clave para el desarrollo económico futuro. Es imprescindible, por tanto, explicar el origen y el recorrido, y eso también pasa por acercarlas a la ciudadanía.

Maria Terrades

Directora del Parque Científico de Barcelona (2010-2014 / desde 2018)
PASADO
PRESENTE
FUTURO
PASADO 

Los parques científicos nacen aproximadamente hace unos 20 años, cuando, junto con muchas otras iniciativas, se decide posicionar Cataluña como región de referencia en el campo de las ciencias de la vida y, en particular, de la biotecnología.

 Cataluña, y en concreto Barcelona y su área metropolitana, ya tenían en ese momento los ingredientes esenciales para la creación de este clúster de referencia, que, resumiendo, se basaba en universidades referentes en enseñanza e investigación en ciencias de la vida, hospitales universitarios y un tejido empresarial farmacéutico local importante. Con esta base se ponen en marcha otras iniciativas para posicionar la región, tales como:

  • La creación de centros de investigación para potenciar la producción, competitiva y de calidad, de la investigación realizada en Cataluña.
  • La creación de la organización ICREA para captar talento internacional y atraerlo en Cataluña pero también para recuperar talento de aquí que había ido a hacer una carrera científica en otros países.
  • La creación de la agencia AGAUR para gestionar ayudas para la investigación.
  • Y, finalmente, una iniciativa basada en infraestructuras, que es la creación de parques científicos asociados a las universidades. En el campo de las ciencias de la vida tenemos el Parque Científico de Barcelona de la Universidad de Barcelona, el Parque de Investigación Biomédica de Barcelona de la Universidad Pompeu Fabra y el Parque de Investigación UAB de la Universidad Autónoma de Barcelona. En total hay unos 16 parques científicos y tecnológicos en Cataluña, cada uno de ellos especializado en un sector concreto.

Esta especialización permite que cada parque pueda focalizar sus inversiones y sus esfuerzos para dotarse de una infraestructura científica o tecnológica de un sector muy concreto y que toda la comunidad alrededor del parque se pueda beneficiar.

PRESENTE

De manera muy simplificada he comentado el pasado o los inicios de los parques en Barcelona, pero ¿cómo vemos los parques hoy?

Nosotros entendemos los parques científicos como ecosistemas, clústeres o hubs que combinan la ciencia, la tecnología, la innovación, el emprendimiento y el mundo empresarial para convertirse en un sistema productivo tanto de conocimiento como de negocio.

En el caso concreto del Parque Científico de Barcelona, se trata de un ecosistema centrado en ciencias de la vida donde el objetivo es generar conocimiento que impacte en la mejora de la calidad y en el nivel de vida de las personas. Trabajamos en campos de conocimientos estratégicos como son la biotecnología, la bioinformática, los biomateriales, la búsqueda de fármacos y de dispositivos médicos, la nutrición o la cosmética, y en una larga lista de indicaciones terapéuticas. Es un ecosistema donde actualmente hay 100 entidades y más de 2.700 profesionales, desde doctorandos, postdocs o investigadores principales en los centros de investigación como el IRB, el IBEC o el CNAG, hasta emprendedores y emprendedoras que han creado su propia start-up. Y también se crea un ecosistema de proveedores de servicios altamente especializados, profesionales dedicados a impulsar la transferencia de tecnología de las universidades al sector privado, como Biocat o la FBG, y grandes empresas del sector que focalizan su I+ D+ y en el Parque, como son Esteban, Ordesa, Enantia o Quiagen.

¿Qué aportamos a la ciudad? Se calcula que cada trabajador ocupado en entidades llamadas “innovadoras” como las que tenemos en el Parque genera cinco puestos de trabajo adicionales en su sector local de servicios, en contraste con las manufacturas tradicionales, donde el efecto multiplicador es menos de dos. Estos cinco puestos de trabajo local que generan impactan directamente en Barcelona creando puestos de servicios como camareros, comerciantes o conductores, y también otros lugares de mayor cualificación, como médicos, profesores o abogados. Por lo tanto, el impacto en la ciudad de la creación de puestos de trabajo “innovadoras” es evidente

También es importante tener en cuenta que, en los lugares ocupados de las entidades “innovadoras” del sector salud, la presencia de mujeres es relativamente alta. En concreto, en el parque científico, de las 2.700 personas, un 54% son mujeres y un 46% son hombres, y estas cifras son estables en los últimos 10 años. Por lo tanto, se aporta a la ciudad el crecimiento de un sector donde la mujer tiene una presencia importante. Sin embargo, es cierto que cuando se analiza la proporción en cargos con más responsabilidad (grupos líderes, emprendedoras y directivas), la paridad se pierde y aunque ahora hay más hombres en altos cargos. Por lo tanto, creemos que los datos de empleo de las mujeres, en general, son envidiables respecto a otros sectores, pero todavía falta mejorar su presencia en cargos de responsabilidad.

También entendemos que la creación de hubs basados en la innovación puede tener algunos efectos negativos para la ciudad, como puede ser el incremento de los costes de vida, incluidos la vivienda y la gentrificación, pero entendemos que los organismos adecuados de la ciudad, junto con nosotros, tenemos que trabajar para paliar estos posibles efectos.

 ¿Qué nos aporta Barcelona a los hubs de innovación? Talento. La ciudad de Barcelona, gracias a su marca y su calidad de vida, es un activo que a veces olvidamos cuando estamos dentro. Desde el punto de vista de una persona que vive fuera de Cataluña y que debe decidir dónde hacer un proyecto de vida, Barcelona tiene un atractivo incomparable con muchas ciudades mundiales en cuanto a oportunidades para desarrollar una carrera profesional, ocio, cultura, movilidad, integración y tolerancia. Otro punto importante es el transporte. El Parque Científico de Barcelona se encuentra dentro de la ciudad, lo que facilita muchísimo el transporte de los 2.700 profesionales que trabajan cada día. Estar bien comunicado es esencial para hacer crecer un ecosistema y, de hecho, cuando recibimos delegaciones internacionales que vienen a visitar el Parque como ejemplo, les aconsejamos que tengan muy presente y resuelto el tema de la movilidad.

Como conclusión, un parque científico es un clúster físico complejo que genera una masa crítica de talento, de conocimiento y de infraestructuras que, a través de una especie de círculo virtuoso, atrae aún más empresas, más entidades y más talento, todo retroalimentándose. Para una ciudad, una vez creado y consolidado un clúster, es muy complicado deslocalizarse el, por lo tanto, se trata de un activo de alto valor añadido y duradero en el tiempo pero que no es estático y se debe ir adaptando a la innovación, y por ello también necesita el apoyo de las instituciones.

 
FUTURO 

Y ¿cómo vemos el futuro de los parques y de las ciudades?

Hay cosas que creemos que no deben cambiar. En concreto, el Parque Científico de Barcelona nació con el objetivo de acercar los mundos académicos y empresariales y unirlos en un mismo espacio físico, compartiendo edificios, compartiendo equipamiento científico, compartiendo los mismos científicos e investigadores de los centros de investigación y las universidades con los de las empresas privadas y, así, promover la movilidad entre el sistema de investigación y el sistema productivo. Esta premisa, que ya nace desde el principio, sigue siendo clave en el presente.

Mirando hacia el futuro, también entendemos que para que Barcelona y su área de influencia siga siendo una ciudad capaz de competir a escala mundial con capacidad de atracción y de generación de riqueza, en un mundo donde cada vez se hablará más de ciudades y menos de regiones, es imprescindible que se dé apoyo a la ciencia, la tecnología y la innovación, entre otros, a través del apoyo a los hubs.

Es conocido que hay dos grandes sectores estratégicos destacables en el área de Barcelona, uno es el sector de las TIC y el otro el de salud. Como he comentado, en Barcelona tenemos universidades referentes en ciencias de la vida; hospitales universitarios; centros de investigación CERCA; grandes infraestructuras científicas como los mismos parques científicos, el Centro Nacional de Supercomputación o el Sincrotrón Alba, y pequeñas y grandes empresas farmacéuticas y biotecnológicas que son los ingredientes imprescindibles de una ciudad para generar y transformar el conocimiento en riqueza.

Por lo tanto, creemos firmemente que debe haber un apoyo institucional a los clusters físicos sectoriales dotados de una infraestructura única, ya que son clave a la hora de impulsar las ciudades, su riqueza y la calidad de vida de sus habitantes a través del crecimiento de un sector.

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