Cómo mejorar la influencia de las ciudades en la UE centra el debate organizado por la Fundación Cataluña Europa en colaboración con el PEMB

Marta Galceran, investigadora del CIDOB y Jordi Harrison, miembro del Secretariado del Comité de las Regiones concluyen que las ciudades son una vía clave de desarrollo de las políticas europeas pero hay que reforzar su participación

  • 22-03-2024
  • Resumen de actividades
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Con el horizonte puesto en las próximas elecciones europeas del 9 de junio, la Fundación Cataluña Europa  organizó en colaboración con el PEMB el pasado viernes 22 de marzo un debate sobre el papel y la influencia de las ciudades en la Unión Europea. ¿Actúan como una institución o más como un lobby ante las instituciones europeas? ¿Deberían tener más participación en la toma de decisiones? Aunque un 70% de las políticas locales vengan determinadas por la UE, los municipios no tienen espacio para contribuir a la conformación de estas políticas. ¿Cómo llegar a una mejor integración de las ciudades en el esquema europeo?, han sido algunas de las preguntas que han respondido Marta Ctra, investigadora principal del programa Ciudades Globales del CIDOB y Jordi Harrison, miembro del Secretariado del Comité de las Regiones, en un debate moderado por el coordinador general del PEMB, Oriol Estela y la directora de la FCE, Dolors Camats.

Marta Galceran, investigadora del programa Ciudades Globales del CIDOB
Marta Galceran, investigadora del programa Ciudades Globales del CIDOB

Desde la óptica del CIDOB, Galceran ha explicado que la UE tiene bastante en cuenta las ciudades como ejecutoras de las políticas pero, en cambio, cuesta más que se las escuche en la fase del diseño de políticas y legislaciones. Por ello, ha dicho, 'es importante estar presentes en Bruselas y tener interlocución con las instituciones europeas'. Ahora mismo hay dos canales:

  1. Los de carácter formal, a través de mecanismos estructurales y permanentes que hacen que haya diálogo, como el Comité de las Regiones (CoR) y diversas fórmulas de diplomacia de ciudades.
  2. Los de carácter informal, a partir de la organización voluntaria de las ciudades (como en redes tipo Eurocities) y de diferentes mecanismos de contacto con los órganos europeos, en algunos casos mediante delegaciones propias en Bruselas.

Respondiendo a la pregunta de partida de 'hasta qué punto se puede potenciar el CoR para ser más eficiente y útil para las ciudades', ha querido hacer dos apuntes:

  1. El CoR es una referencia mundial y es el mecanismo más avanzado para dar voz a los gobiernos locales en espacios transnacionales, pero tiene una debilidad estructural: su carácter no vinculante y, por lo tanto, únicamente consultivo.
  2. El CoR agrupa realidades muy diferentes. Tiene 329 representantes electos locales y regionales. Sólo en el mundo local, en la Unión Europea a día de hoy hay 87.000 municipios con miras muy diferentes. También hay regiones con capacidades administrativas y legislativas dispares. Uno de los problemas tradicionales es que las grandes ciudades no se implican mucho, dado que ya se agrupan en redes como Eurocities, con estatus de gran ciudad, para conseguir interlocución directa por otros canales.

Como consecuencia de ello, las ciudades han visto más útil organizarse en redes sectoriales y regionales para hacer lobby en las instituciones europeas y ahora hacen más de lobby que de institución. Pero ¿no se podrían potenciar de alguna manera instituciones como el Comité de las Regiones para dar cabida a sus reivindicaciones?

Como posible solución, Galceran ha apostado por una bicamaralidad y que el CoR pudiera tener un espacio para las ciudades grandes y las regiones y otro para municipios más pequeños, con el fin de crear mecanismos más homogéneos.

Jordi Harrison durante su intervención en la sesión de Café Europa

Jordi Harrison, miembro del Secretariado del Comité de las Regiones

 

Por su parte, Harrison ha reconocido que la heterogeneidad del CoR supone una complejidad para la toma de acuerdos pero ha querido poner en valor que esto forma parte de su riqueza. Durante su intervención, ha recordado las principales vías de influencia a través de la Comisión Europea y el Consejo de Europa, que no son muy visibles 'pero sí efectivas'. 'En los dos sentidos, no solo de las ciudades hacia la UE sino también de la UE hacia las ciudades', ha asegurado, por lo que ha apostado más por un reforzamiento del CoR que por una reforma en el sentido que apuntava Galceran.

'Es la única institución europea con representatividad local que participa en el proceso de decisión comunitaria. El elemento territorial es muy diverso pero el elemento político es fundamental: a través del Comité se puede influir mucho mejor en la Comisión Europea', ha asegurado, destacando que también existen mecanismos de diálogo con el Consejo y el Parlamento europeos.

'El CoR no es un lobby, es un vehículo político para intentar influir en la legislación europea', ha dicho, por lo que posiblemente lo que más funcionaría, por ejemplo, sería obligar al Parlamento Europeo a tener en cuenta las enmiendas a los dictámenes que se hacen en el Comité de las Regiones.

Por todo ello, las conclusiones de la conversación han sido las siguientes:

  1. Las ciudades son una vía fundamental de desarrollo de las políticas europeas, pero hay que reforzar su participación en cómo se deciden estas políticas.
  2. El Comité de las Regiones es un buen canal de influencia al que se podría dar un rol aún más determinante y en coordinación con las redes de ciudades.
  3. Para tener influencia en Europa las ciudades también deben tener influencia en los respectivos estados.

 

Si queréis recuperar el vídeo con todo el debate llevado a cabo en esta edición del Café Europa, podéis seguir este enlace.

 

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