Bienvenida del presidente
En el año 1988, el entonces alcalde Pasqual Maragall impulsó la creación de una oficina técnica que aglutinara a los principales actores económicos y sociales de Barcelona, con el objetivo de pensar cómo tenía que ser la ciudad después de los Juegos Olímpicos de 1992.
En aquellos momentos, aquí se empezaba a plantar la semilla de la planificación estratégica, una semilla que ha ido creciendo para contribuir a hacer de Barcelona un referente global. Hemos ido transitando por un camino sinuoso, pasando de planificar necesidades básicas a asumir la firme voluntad de dar respuesta a los retos metropolitanos. Un nuevo enfoque que se potenció sobre todo a partir de 2010 con la constitución del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) actual.
Han pasado más de diez años desde ese punto de inflexión y la apuesta metropolitana se ha vuelto indispensable. El mundo ha cambiado y nuestro territorio, también. Necesitamos ir más allá y dar un salto de escala si queremos que Barcelona siga siendo relevante en un contexto global. Tenemos que contemplarla, pensarla y abordarla como la región metropolitana de más de cinco millones de habitantes que ya somos.
En esta década larga, también han evolucionado los retos y las prioridades. La lucha contra el cambio climático y sus efectos, la garantía del derecho a la vivienda, la competitividad de la economía, la movilidad sostenible y el compromiso de que la transición digital no deje a nadie atrás reclaman una acción coordinada en la escala de la ciudad real. Es decir, de la ciudad metropolitana.
Barcelona y su área metropolitana son un potente centro de actividad económica, caracterizado por la sólida presencia y dinamismo de los sectores industrial, turístico y de servicios, pero, a la vez, somos un espacio en el que todavía encontramos grandes desigualdades sociales que hay que combatir con determinación. Los retos urbanos deben afrontarse con políticas sustentadas en organizaciones metropolitanas. Y es precisamente en esta compleja conjuntura donde tienen un papel destacado instituciones como el Plan Estratégico Metropolitano de Barcelona (PEMB), cuya misión es elaborar un plan estratégico fruto del consenso con los agentes económicos y sociales del territorio.
Transformar el modelo de progreso para reducir las desigualdades en un contexto marcado por la emergencia climática ha sido el foco central del proceso “Barcelona Demà”, que, durante casi tres años, ha reunido, bajo la coordinación del PEMB, una gran cantidad y diversidad de actores para acabar definiendo el Compromiso Metropolitano 2030, el nuevo plan estratégico para la ciudad real, la de los 5 millones, aprobado en diciembre de 2023.
La diversidad, la identidad y nuestra capacidad de diálogo y entendimiento son nuestra principal fuerza. Con herramientas como el Compromiso Metropolitano 2030, nos encontramos en disposición de tomar las decisiones que marcarán el futuro de la gran Barcelona a lo largo de esta década. Porque queremos abordar y superar los retos de hoy y de mañana con el mismo espíritu que inspiró a la Barcelona de hace más de tres décadas, cuando se reanudó el camino hacia la realidad metropolitana.
Seremos metropolitanos o no seremos.
JAUME COLLBONI I CUADRADO
Alcalde de Barcelona y presidente del Área Metropolitana de Barcelona y del Consejo General de la Asociación Plan Estratégico Metropolitano de Barcelona