La necesidad de políticas públicas decididas en materia de espacios de actividad económica, eje del debate de la 5ª edición de #LaMetro
María Buhigas y Marc Navarro reflexionan sobre las tendencias de los espacios de actividad económica desde diferentes ámbitos: del polígono y la fábrica al distrito y el coworking
- 23-11-2017
- Resumen de actividades
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¿Cuáles son las tendencias actuales de los espacios de actividades económicas en la ciudad y el territorio? ¿Qué condicionantes tenemos para compatibilizar actividad económica con otros usos en la ciudad? ¿Qué relación tiene la localización de la actividad económica con los cambios en la organización del trabajo? Estas son algunas de las cuestiones que se planteaban en la quinta edición de #LaMetro, tertulia con espuma, primera de un nuevo ciclo llamado 'Trabajar en la ciudad del siglo XXI' que, en esta ocasión, se ha centrado en el eje '¿Dónde trabajaremos?'. Para situar el debate se ha contado con la presencia de María Buhigas, directora de Urban Facts, y Marc Navarro, Strategist & Community Builder de CREC-Coworking, y la dinamización, como en otras ocasiones, de Carolina Costa, de Prisma Urbà. El encuentro, coorganizado con la Asociación Empresarial Pedrosa, ha tenido lugar en el Casino del Centro de L'Hospitalet y la cerveza invitada ha sido la hospitalense Cerveza Fort, un proyecto que comenzó en casa de manera aficionada y que actualmente exporta a toda la península y el extranjero, tal y como ha explicado su gerente, Eduard Martínez. Una de las conclusiones principales del debate ha sido la necesidad de políticas públicas más decididas en materia de espacios de actividad económica.
5ª Edición de #LaMetro. ¿Dónde trabajaremos?
'Los polígonos industriales en nuestra sociedad -por desgracia- son siempre lugares un poco feos y abandonados. Mientras la democracia fue embelleciendo los centros de las ciudades y los barrios, los polígonos se dejaron de lado', ha afirmado la arquitecta María Buhigas que ha asegurado que, en su sector, estos espacios siempre han sido menospreciados. En este sentido, la crisis económica también ha sido un factor importante, dado que la vivienda daba mucho más rendimiento al sector inmobiliario y no se invertía en polígonos. Posteriormente, además, el estudio del impacto de la crisis también se ha centrado en la vivienda, pero no ha puesto luz en lo que ha sucedido en el ámbito de los espacios de actividad económica. 'Ahora tenemos un sector inmobiliario residencial absolutamente profesionalizado, pero en los espacios de actividades económica ha habido tendencia a simplificar los productos que se ofrecen', ha asegurado Buhigas, que también ha lamentado que lo que acaba pasando es que hay un mercado con 'pocas alternativas y precios muy poco competitivos' por lo que hay muchos negocios que no se pueden adaptar o no encuentran el espacio idóneo para su actividad.
En esta dirección, la arquitecta ha asegurado que la crisis 'ha generado oportunidades que podríamos aprovechar' como el hecho de aprender que las tendencias son muy difíciles de acertar, 'el futuro está por escribir, pero sí podemos modificar condiciones de hoy que nos pueden ayudar a estar más preparados para lo que pueda venir '. Por ello, ha hecho una petición a los ayuntamientos: 'Que cojan todos los espacios de actividad económica y antes de alegrarse porque parece que el mercado remonta y se podrán llenar de cualquier manera, piensen bien qué se puede hacer con ellos' ya que, ha afirmado, falta una política pública decidida en esta materia y 'queda pendiente crear condiciones, desde el planeamiento, para que más actores puedan aparecer como agentes constructores de la ciudad'.
A su turno, Marc Navarro, ha expuesto su definición de coworking como un 'espacio de trabajo compartido con unos condicionantes físicos que deben funcionar -wifi, impresoras, aseos...- y que debe tener, también, un gestor que aporte valor '. ¿Cómo se aporta ese valor? Según Navarro, 'a veces aportando proveedores, conectando profesionales, ayudando, creando comunidad, etc'. Pero, al igual que en otros sectores, desde hace un tiempo se ha empezado a ver un inicio de gentrificación en la actividad: 'hay nuevos espacios, más basados en una filosofía de negocio inmobiliario, que invierte más en el €/m2 y no invierten en personas que conecten a la gente. Se buscan espacios vistosos: grandes, soleados, con terrazas, pero no se hace el trabajo de creación de comunidad'.
¿Cómo se relaciona esto con el resto del mercado laboral? Navarro ha explicado que en otros países con una cultura de trabajo y empresarial diferente, ya hay numerosas empresas que invierten mucho en el espacio y en ofrecer servicios 'gratuitos' a sus trabajadores y trabajadoras (comida, espacios para desconectar, etc.). En España, ha dicho, 'hay grandes empresas que empiezan a preocuparse por lo que pasa en los lugares de trabajo' ya que necesitan retener el talento de un personal que 'ya no tiene los mismos valores que generaciones anteriores y el dinero ya no lo es todo'. El problema es cuando esto no se hace de manera altruista sino con el objetivo de retener más horas al personal en el lugar de trabajo.
El debate generado en torno a las intervenciones se ha centrado en el hecho de que los espacios de coworking tienen un perfil de personal abierto, pero en cambio, si se habla de reindustrialización o industria 4.0 todavía hay trabajo para preparar las ciudades. En este sentido se ha llegado a la conclusión de que falta política pública -urbanística, fiscal, local...-, coordinación y compromiso en materia de actividad económica. Hay que maximizar los recursos para que los polígonos tengan otra cara y para intervenir también en el ámbito medioambiental, la huella ecológica y la responsabilidad social. Aspectos que Baltasar Pozuelo, presidente de la Asociación Empresarial Pedrosa, ha destacado que contempla el proyecto Are@8 que se encuentra en pleno desarrollo en este polígono de Hospitalet.
Las próximas #LaMetro, que se realizarán en varias poblaciones metropolitanas, seguirán con la intención de profundizar en esta temática del trabajo en la ciudad del siglo XXI y responder otras cuestiones: ¿Cómo trabajaremos? ¿Quién trabajará? ¿Cuándo trabajaremos?