Los deberes metropolitanos para 2018

El año que cerramos esta misma semana ha sido probablemente uno de los más convulsos en la historia reciente de Barcelona. En estos días que quedan de 2017 habrá suficiente dedicación de todos los medios de comunicación a hacer el resumen del año, cada cual desde su óptica, y por lo tanto nos remitimos a ello para que cada uno haga su valoración global.

Los deberes metropolitanos para 2018

En cuanto al Plan Estratégico Metropolitano de Barcelona, hemos vivido un año lleno de actividades (una veintena de abiertas al público), de mayor presencia en los municipios metropolitanos (las actividades se han celebrado en 9 municipios diferentes), de nuevas colaboraciones, de dinamización del blog y la comunicación en general, de puesta en marcha de procesos de facilitación en varios proyectos... En definitiva, de reactivación de la actividad en torno al pensamiento estratégico aplicado a nuestra metrópoli.

El año que viene, además, el PEMB celebra el 30 aniversario de su creación, en aquellos momentos como Plan Estratégico Económico y Social Barcelona 2000, y esperamos que sea la oportunidad para reactivar también la configuración de un nuevo plan estratégico con la vista puesta en 2030.

Precisamente, han sido varias las voces que a lo largo del año, con motivo de la celebración de los 25 años de los JJ.OO. o a raíz de la no designación de Barcelona como sede de la Agencia Europea del Medicamento, han reclamado la recuperación del espíritu del Plan Estratégico original como espacio de diálogo y de acuerdos para hacer avanzar la metrópoli de forma compartida en aquellos aspectos más esenciales para su futuro y señalar -incluso diseñar e incubar- aquellos proyectos fundamentales para conseguirlo.

Sin embargo, y ya lo avanzaba en un artículo anterior, nada de esto será posible sin una firme apuesta política por el espacio metropolitano como clave del progreso económico y social que Barcelona puede alcanzar. Las condiciones están; siempre han estado. Simplemente es necesario que nos lo creamos.

Hay elementos en la situación actual que tendrán que superarse de una vez por todas: desde enquistadas y poco argumentadas resistencias a dotar de carácter político el Área Metropolitana de Barcelona o adecuar su escala territorial a la ciudad real, hasta el desconocimiento -y en algunos casos desprecio- que rezuma de muchos análisis sociológicos superficiales y supuestas propuestas recientes en torno a la realidad metropolitana. Duele, no sólo a los que nos dedicamos y amamos la metrópoli, sino al conjunto de nuestra sociedad, la deriva que está tomando la cuestión metropolitana últimamente. Si la atención que se debe prestar al hecho metropolitano es esta, hagámonos un favor y dejémoslo correr.

A pesar de ello, corresponde al comenzar un nuevo año (y más si es de celebración) dejar espacio para el optimismo o, al menos, para la ilusión. Tenemos muchos deberes y tenemos que ponernos manos a la obra, y eso siempre ayuda a reavivar. Desde el PEMB confiamos en que 2018 sea el año del empujón definitivo al Plan Director Urbanístico Metropolitano y el de la consecución de grandes acuerdos metropolitanos alrededor del turismo o la alimentación; el año del inicio de la reducción significativa de los niveles de contaminación metropolitanos y de la coordinación y escalado de iniciativas de reindustrialización aprovechando el cambio de modelo energético y la emergencia de la simbiosis industrial y la industria 4.0; el año en el que tengamos la capacidad de activar más mecanismos para dar acceso a un hogar a quien no lo tiene y para hacer mucho más difícil la expulsión de personas de sus casas y sus barrios; como también el año para erradicar la terrible lacra de la violencia machista. Y tantos otros sueños que queremos que sean realidad en la metrópoli del futuro.

Para nosotros, la mejor manera de hacerlo es trabajar el día a día; fomentar la coordinación entre administraciones públicas y tejer complicidades de estas con el resto de la sociedad; repensar las políticas públicas y apoyar iniciativas del tejido ciudadano, asociativo, empresarial... Y, sobre todo, situar la vida y el bienestar en el centro de todo lo que hacemos.

Este es nuestro deseo para el 2018 y la voluntad que ha guiado y seguirá guiando nuestro trabajo.

Feliz 2018

Las opiniones de los autores y las autoras no representan necesariamente el posicionamiento del PEMB.

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